En una reunión de Javier Milei con Guillermo Francos, Ministro del Interior, y Daniel Scioli, actual embajador en Brasil, se confirmó la participación del ex motonauta en el Gobierno. Scioli asumirá como Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, área que depende el ministerio liderado por Francos.
“Gracias, Daniel, por la gran tarea realizada para nuestro país como Embajador en Brasil, reconocida por todos los sectores, y por dejar ese destino, para sumarte a nuestro equipo donde estamos seguros que harás un enorme aporte”, señaló Guillermo Francos en un tuit.
La popularidad originaria de Scioli no viene de la política sino del deporte: entre los años 80 y 90 fue piloto de motonáutica. El 4 de diciembre de 1989, sufrió un accidente en su lancha y perdió el brazo. En paralelo a su carrera deportiva, se desempeñó en el mundo de los negocios: en 1989 lo contrató la compañía sueca de electrodomésticos Electrolux y consiguió que se instalara una fábrica en Buenos Aires, en 1994. Desde ese año y hasta 1997 fue director de la filial de la firma, Electrolux Argentina.
En 1997, Scioli, de la mano de Carlos Menem (Partido Justicialista), entonces presidente de la Nación, ingresó a la política, se presentó como candidato a diputado nacional y ganó una banca. En la Cámara baja fue presidente de la Comisión de Deportes. En 2001, fue reelegido y a los pocos días pidió licencia en su banca para integrarse al gobierno interino de Adolfo Rodríguez Saá (Partido Justicialista), tras la renuncia de Fernando de la Rúa.
En esa breve presidencia del sanluiseño, Scioli se desempeñó como secretario de Turismo y Deportes, puesto en el que posteriormente sería confirmado por otro presidente, Eduardo Duhalde (Partido Justicialista). La visibilidad que le dio ese cargo y su imagen de hombre sano, deportista y emprendedor, y, sobre todo, la superación por la pérdida de su brazo, lo catapultó a la fórmula con Néstor Kirchner, apoyada por Duhalde, y en contra de quien había sido su mentor político, Menem.
La fórmula Kirchner-Scioli terminó llegando al poder debido a que Menem, que había ganado los comicios presidenciales de 2003, no compitió en el balotaje.
Su debut fue con el propio Kirchner, que en 2003 lo cuestionó públicamente y alejó a su partidarios dentro del gobierno, por declaraciones de Scioli contrarias a toma de decisiones políticas de kirchnerismo.
Con el paso del tiempo y los ánimos recompuestos entre ambos, Kirchner propuso a Scioli como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires, objetivo que consiguió. En 2011 fue reelegido.
En 2015, terminó siendo el único candidato del oficialismo, pese al deseo expreso de Florencio Randazzo, entonces ministro del Interior de Cristina Fernández de Kirchner, de participar de una PASO y a pesar de que en el kirchnerismo, y la propia Presidenta, siempre mantuvieron sobre él un manto de sospechas por sus inicios menemistas, por su pasado duhaldista y por su mirada sobre la economía.
Tras su derrota en el balotaje contra Macri, Scioli ocupó el quinto lugar en la lista de candidatos a diputado nacional de Unidad Ciudadana, la agrupación fundada por Fernández de Kirchner para enfrentar al macrismo con un peronismo convertido en diáspora.
En 2019, apoyó a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner y fue retribuido con su designación, en marzo de 2020, como embajador en Brasil. A mediados de 2022 se desempeñó durante algunas semanas como ministro de Desarrollo Productivo, cargo en el que fue a reemplazar a Matías Kulfas.
Un viejo adversario interno suyo, a un empoderado Ministerio de Economía, Scioli quedó afuera del gobierno tras lo cual el presidente Alberto Fernández lo nombró nuevamente al frente de la embajada argentina en Brasilia.