Días atrás, una comitiva encabezada por Steve Sawyer, veterano de la lucha ambiental que hoy lidera el frente del World Energy Council (WEC) se hizo presente en Buenos Aires. La misma estuvo compuesta por una delegación de 24 miembros de las empresas más importantes de la industria eólica y mantuvo reuniones tanto con cámaras locales como con funcionarios del Gobierno Nacional, entre ellos, el Ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y el Jefe de Gabinete.
Los pronósticos que esta visita deja para el país son prometedores, de acuerdo a Sawyer, quien anticipó que, a partir de diciembre, que es cuando comenzarían las primeras subastas de renovables, una inversión de miles de millones de dólares se destinaría a la energía eólica. En este sentido, describió, el espíritu en dicha delegación era de “mucho entusiasmo”.
De todos modos, todo ello depende de que la Argentina arregle resuelva el conflicto con los holdouts. “Si no es así, se cae todo”, apuntó.
Entre las empresas que acompañaron a Sawyer se incluyen nombres de importancia en la industria eólica como Acciona, Dnv Gl, Envision, FTI Consulting, Gamesa, Iberdrola, K2 management, Mainstream Renewable Power Make Consulting, Siemens, Vaisala, Ventus y Vestas.
“Este es un buen momento porque la economía brasileña está deprimida, China se está desacelerando un poco y en oportunidades de inversión, la Argentina se está moviendo rápidamente a la cabeza de la clase”, enfatizó.
Y añadió: “Si el sector eólico tiene un mercado pequeño, mucho va a tener que ser importado. Pero si hay visibilidad clara, las compañías van a hacer sus cálculos. Primero vas a tener torres nacionales, luego cuchillas, lo que sea … Habrá seguramente sociedades entre compañías internacionales con proveedores locales para estas cosas. El costo de enviar paneles solares desde China es nada, pero una cuchilla de 75 metros para una turbina es algo totalmente diferente”.
Asimismo, afirmó que es posible reemplazar la energía de las represas de Santa Cruz con parques eólicos. “¿Es más barato? Dependen de muchas cosas. En Brasil, el viento compite en precio con las represas recién construidas. Y esto también es verdad en muchos países. Más barato que el viento de la Patagonia, no existe nada”, concluyó.