La Justicia alemana decidió posponer para la próxima semana su decisión sobre una posible prohibición de automóviles diésel en ciudades con altos niveles de contaminación.
El Tribunal Administrativo de Leipzig, en el este del país, tenía previsto dar a conocer la sentencia, que podría ser pionera, pero optó finalmente por retrasarla hasta el próximo martes, según anunció el juez presidente, Andreas Korbmacher.
Los máximos jueces tienen en su mano allanar en segunda y última instancia el camino para la prohibición del uso de estos vehículos en urbes en las que desde hace años se superan los niveles máximos de óxido de nitrógeno.
Los óxidos de nitrógeno (conocidos por sus siglas como NOx) son gases tóxicos que pueden dañar las vías respiratorias y los ojos si su concentración es elevada. También pueden causar problemas cardiovasculares y pulmonares.