Un grupo de voluntarios de Tierra del Fuego plantó 130.000 árboles para reforestar 1.100 hectáreas de un bosque autóctono que fueron arrasadas por el fuego en enero de 2012, y que de todos modos tardarán “hasta 650 años” en regenerarse por completo.
La iniciativa de una organización llamada “Soy parte del bosque fueguino” comenzó a gestarse poco después de que un fogón mal apagado provocara el incendio de unos 200.000 ejemplares de lengas, cohiues y otras especies locales, en el paraje conocido como “Bahía Torito”. El mismo se encuentra ubicado sobre la costa del Lago Fagnano, a unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Ushuaia.
Un grupo de guías de montaña, sensibilizados por el daño producido al paisaje y al ecosistema de la zona, emprendió entonces campañas de dos días para sustituir los árboles devastados por el fuego.