Al noroeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda, cerca de Farewell Spit, el arenal natural más largo del mundo, medio centenar de ballenas piloto se quedaron varadas, de las cuales nueve han muerto a pesar de los intentos por salvarlas, según informaron este fuentes oficiales.
El Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda informó de que espera que suba la marea para intentar llevar a las 40 ballenas que yacen sobre la arena a aguas más profundas.
Mientras tanto, los funcionarios y unos 65 voluntarios trabajan para mantenerlas hidratadas con baldes de agua y mantas húmedas hasta que puedan ser reflotadas en Farewell Spit, el arenal de 34 kilómetros de largo en donde hasta 700 ballenas se quedaron varadas -250 de ellas perdieron la vida- en 2017.
Los científicos aún no han podido explicar por qué en ocasiones las ballenas se desvían de sus rutas y se quedan varadas en aguas de poca profundidad, aunque se baraja la posibilidad de que se extravíen atraídas por contaminación de ruido o guiadas por un cabeza de grupo desorientado.
Fuente: EFEverde