Desde hace 10 años Unilever trabaja bajo los principios de su Código de Agricultura Sostenible y en esta oportunidad da un paso más: con el apoyo del INTA, y en colaboración con Knorr, incorporan una estrategia agrícola en línea con la agricultura regenerativa para sus cultivos en la provincia de Mendoza. Esta implementación tendrá un impacto positivo no solo en la producción de sus vegetales, sino también en las comunidades de la zona, la salud del suelo, la biodiversidad, la calidad del agua, la resiliencia climática y la rentabilidad agrícola.
María Bulla, Gerente de Responsabilidad Corporativa e Impacto Social de Unilever Argentina, habló de este y otros temas con Pablo Gago, conductor del programa Futuro Sustentable, por AM 1220, radio EcoMedios.
Futuro Sustentable: ¿Cuáles son las novedades en cuanto a la agricultura que provee las materias primas a Unilever Argentina y Knorr, en particular?
María Bulla: La Naturaleza nos da oportunidades, pero creo que hay que dar un pasito más y empezar a pensar en la responsabilidad y en el impacto que tenemos cuando interactuamos con ella. En este sentido, Knorr hizo un lanzamiento hace unos meses de nuevos productos a base de vegetales deshidratados, naturales y sin conservantes. Tuve oportunidad de estar en Mendoza, en la planta de deshidratación de Knorr, y el proyecto es tan simple como cosechar esos vegetales en las fincas de los agricultores locales, ponerlos en un horno y sacarlos sin agregarles nada. Pero Knorr decidió profundizar el trabajo que ya venía haciendo en cuento al desarrollo de economías regionales en Mendoza, y comenzó a trabajar junto a los agricultores en agricultura regenerativa.
Esto es parte de un acuerdo que Unilever y Knorr tienen hace 30 años con el INTA. Cuando estás tomando una sopa o consumiendo un caldo, estás ingiriendo genética de origen nacional y hay mucha ciencia detrás de esos vegetales. Está buenísimo pensarlo en clave tecnológica y en términos de responsabilidad en la interacción con la Naturaleza. Cuando hablamos de agricultura regenerativa, no lo hacemos en forma exitista, lo que se hacía hasta ahora está bien, pero esto es un paso más.
FS: ¿Cómo definimos la agricultura regenerativa?
MB: Te diría que es el hacerse cargo. Es tener un manejo del suelo, de biodiversidad, de comunidades locales, etcétera, en clave consciente y generando impactos positivos, con acciones afirmativas. No basta con hacer las cosas bien, hay que hacerlo intencionalmente para generar un impacto positivo. Y esto de regenerar la naturaleza es decir un “hasta acá”, en otras formas de producir.
FS: ¿Cómo toman los productores este trabajo?
MB: En primer lugar, está la presencia del INTA, que son quienes más saben de agricultura en el país. Claudio Galmarini, Director del Centro Regional Mendoza -San Juan del INTA, me decía que Unilever tiene convenio con el INTA, antes de que existiera el área de convenios en el organismo. Todas las hortalizas de Knorr son desarrollo de genética nacional del INTA, el zapallo, la cebolla, etcétera. Los agricultores confían porque lo hacemos de la mano de los que más saben que van campo por campo a bajar estas guías de agricultura regenerativa.
Y la segunda clave es que el vínculo es de largo plazo cuando te proponés trabajar con las comunidades. Unilever tiene planta en Guaymallén, Mendoza, un municipio mediano. El vínculo que nos planteamos tiene que ser transparente, creíble y honesto, porque en esa comunidad se conocen todos, y Unilver es un gran referente. Hay miembros de 80 familias que trabajan en la planta, los agricultores llevan sus productos a la planta y ahí se produce un derrame económico que obliga a hacer las cosas seriamente.