Cuatro documentos recientemente publicados en las Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) dan cuenta de las consecuencias que el incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y temperaturas globales podrían tener en el nivel del mar futuro.
Al respecto, Benjamín Horton, geólogo de la Universidad de Rutgers, New Brunswick (Nueva Jersey) y colaborador en uno de estos estudios, enfatiza: “La tasa de elevación del nivel del mar en el siglo XX es la más rápida que haya podido suceder en los dos milenios anteriores”.
Los documentos en cuestión proporcionan describe, en detalle, los cambios en el nivel del mar y en la capa de hielo de la Antártida. “Los datos recogidos sugieren que el nivel del mar puede cambiar más drásticamente y en un período de tiempo bastante más corto de lo que se sospechaba”, coincide Andrea Dutton, geóloga de la Universidad de Florida en Gainesville, quien participó en la reconstrucción de los niveles de mares antiguos.
El primero encontró que las más pequeñas fluctuaciones de temperatura han dado lugar a cambios mensurables en los niveles del mar durante los últimos 3000 años. A medida que el termostato mundial bajó 0,2°C entre 1000 y 1400, los mares del mundo cayeron un estimado de ocho centímetros. Durante el siglo XX, en cambio, estos han aumentado cerca de 14 centímetros y es muy probable que aumenten hasta 1.3 metros en el transcurso de este siglo.
El segundo documento arrojó resultados casi idénticos utilizando mediciones históricas. Así, indica Rober Kopp, científico de Rutgers, la convergencia de los diferentes parámetros suma confianza de que las conclusiones a las que han arribado son bastante exactas.
El tercer estudio se basó en el de un tapón de 1,1 kilómetros de longitud sacado del fondo marino de la Antártida, y arroja luz sobre el flujo y reflujo de las capas de hielo del continente que se remontan a un período entre los 14 millones y los 20 millones de años, cuando los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, se cree, eran algo superior a los actuales.
En el cuarto documento se detallan las conclusiones del nuevo modelo desarrollado por Rob DeConto, modelador climático de la Universidad de Massachusetts, y sus colegas. Estas coinciden con los resultados obtenidos de las muestras del sedimento y los datos recabados, al sugerir que los cambios en el hielo de la Antártida podrían causar que el nivel de los mares a nivel mundial se eleve aún más rápidamente de lo que los estudios actuales indican. “Una vez que comencemos a ver una gran cantidad de agua de deshielo en las plataformas alrededor de la Antártida, no podremos limitarnos a echarnos las manos a la cabeza”, concluye DeConto.