En octubre de este año Banco de Bosques comenzó en la provincia de Misiones una nueva campaña para lograr salvar un predio con presencia de bosque nativo con riesgo de ser eliminado. En este contexto la compañía aseguradora Life, del Grupo ST selló un acuerdo con la organización Banco de Bosques para la preservación del Bosque de Araucarias, ampliando la Reserva Natural San Antonio, en Misiones, y para la restauración de la cuenca del Río Mendoza, en la provincia homónima.
A partir de este acuerdo, cada cliente de Life podrá elegir mediante un sencillo clic a cuál de los dos proyectos respaldar. Esta decisión no implica ninguna modificación en los valores de las pólizas: será la empresa la que destine los recursos económicos para apoyar la gestión de Banco de Bosques en la regeneración de las especies forestales del bosque misionero, así como también de los recursos hídricos mendocinos.
“Queremos asegurarnos de que el futuro exista y sea mejor para todos. La protección y el compromiso están en nuestra naturaleza. Y proteger la naturaleza es proteger nuestro futuro“, afirmó Juan Lladó, gerente general de Life Seguros, en la presentación de la nueva campaña de la empresa.
La propiedad es vecina a la Reserva Natural Estricta San Antonio gestionada por la Administración de Parques Nacionales y será donada a la entidad para que expanda la mencionada reserva.
El sitio puede parecer pequeño en sus 36 hectáreas pero es muy estratégico porque por primera vez le permitirá a los guardaparques tener un acceso directo y propio a la Reserva San Antonio, antes debían atravesar predios privados para poder llegar. Es un sitio clave además para el control de furtivos y la vigilancia de la frontera con Brasil.
“La ciencia es contundente respecto de la criticidad de este tipo de ambiente, quedan menos de 1500 hectáreas de selva misionera con araucarias en estado natural. Esta trinchera de la biodiversidad argentina se pelea metro a metro”, declaró Emiliano Ezcurra, Director Ejecutivo de Banco de Bosques.
“Nos llena felicidad ver el éxito del sistema de pequeñas donaciones de m2 de bosques en peligro crítico. Que todo el mundo sepa que puede salvar una porción concreta, medible, palpable y real, de un bosque como este. Algunos donantes han venido a VER, TOCAR Y CAMINAR dentro del bosque salvado por ellos mismos sin necesidad de ser filántropos de alto poder económico, cada m2 cuenta y no hay medida a la hora de salvar nuestros últimos bosques nativos” concluyó Ezcurra.