Como parte de las acciones de contención de la pandemia coronavirus Covid-19, Ledesma entregó 2.200 litros de hipoclorito de sodio que al diluirse con agua se convirtieron en 6.600 litros de lavandina recibidas por el COE provincial, los COE municipales, comedores y asociaciones civiles.
Ledesma tiene una planta de productos electrolíticos, que se construyó de modo complementario a la fábrica de papel en 1965. En 2006 el área tuvo una reconversión en la que incorporó nueva tecnología, más segura y más amigable con el ambiente y los trabajadores.
Durante 2019/2020, la planta logró un récord de aumento de producción del 10% respecto del ejercicio pasado, al procesar 35 mil toneladas de sal y obtener 3.844 toneladas de soda cáustica, 23.000 toneladas de ácido clorhídrico y 49.800 kilolitros de hipoclorito de sodio.
En Ledesma existe una clara vocación hacia la sustentabilidad, hecho que está plasmado en su política y en resultados concretos. Uno de sus estándares es el plan “Total cloro free”, a través del cual logró erradicar el cloro de su proceso industrial y por ello dejará de fabricarlo.
La compañía redujo 18% la emisión de gases de efecto invernadero en su complejo agroindustrial en los últimos 13 años. Actualmente analiza acciones posibles en los distintos procesos para seguir bajándolos.
Fabricación de productos electrolíticos
En su planta de productos electrolíticos en Jujuy, Ledesma emplea a 33 personas de manera directa, y comercializa en la región distintos subproductos empleados en la industria y el consumo doméstico.
La materia prima que emplea la fábrica es sal que se extrae de los salares de la provincia, y se procesa a través de energía eléctrica. De ella se obtiene hipoclorito de sodio (para lavandina), ácido clorhídrico (para la extracción del litio que se utiliza en las baterías de los autos eléctricos y procesos del biodiesel) e hidróxido de sodio (para procesos industriales diversos).