La construcción del gasoducto Néstor Kirchner avanza en los plazos previstos a partir del trabajo que se desarrolla en plantas de doble junta que aceleran la soldadura de los tubos, y que fueron montadas por Techint y Sacde y son monitoreadas por la empresa estatal Energía Argentina.
La megaobra que demandará más de 56.000 caños tiene una enorme complejidad logística y, para poder estar operativa a fines de junio del año que viene, cuenta con dos plantas de doble junta que permiten acortar los tiempos de soldadura y trasporte para su instalación en la traza del futuro gasoducto.
Una de las plantas se encuentra en el obrador principal ubicado en el partido pampeano de General Acha.
La segunda se ubica en el obrador denominado PK 60, ubicado a 40 kilómetros de la localidad de Catriel, en Río Negro, y a 60 kilómetros de lo que será el inicio del gasoducto en Tratayen, Neuquén.
La construcción de esta megainfraestructura permitirá a la Argentina lograr el autoabastecimiento energético y, posteriormente, pasar a ser un importante actor en la exportación.
De acuerdo a estimaciones de fuentes oficiales, el gasoducto permitirá ahorrar más de US$ 3.500 millones el año que vienen por sustitución de importaciones de energía a precios actuales.
El plan de obra prevé el inicio de operación del gasoducto para el 20 de junio de 2023, en coincidencia con el pico de demanda invernal.