En la presentación del estudio “Caracterización de los Empleos Verdes en el sector de las Energías Renovables en el Uruguay” -organizado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Organización Internacional del Trabajo (OIT)-, quedó reflejado cómo el avance de las energías renovables garantiza trabajo digno en el país vecino, al emplear a más de 5.500 personas.
Con la transformación de la matriz energética como insignia del Gobierno uruguayo, en la última década las fuentes renovables pasaron de ser accesorias a ser las principales de ese mercado. Mientras que en 2006 la fuente energética renovable no tradicional (es decir, sin contar la hidráulica) correspondía a la biomasa y significaba un 3,7%; en 2015 esa cifra alcanzó el 32,5% de la oferta de energía primaria.
Pero además se diversificó. A los residuos de biomasa (que tiene una participación importante, en gran medida por la producción de celulosa), se le suma la eólica, biocombustibles y solar fotovoltaica. De hecho, el año pasado solo el 3% de toda la energía eléctrica fue de origen fósil, según detalló el consultor y que estuvo a cargo del estudio, Sebastián Parrilla.