Desde el sector advierten que en los últimos meses los productores sufrieron fuertes cimbronazos en su productividad y rentabilidad. Las consecuencias de una prolongada sequía, juntamente con un aumento desmedido en los costos de alimentación de sus rodeos, producto de las devaluaciones selectivas del Gobierno anterior con los distintos dólar soja y precios rezagados por los controles de precios impuestos desde derivaron en una caída de la producción de la temporada verano – otoño 2023/24 de un 18% a nivel nacional.
A favor destacan la eliminación de controles de precios, una fuerte devaluación del peso y un clima más benigno para la lechería.
Por su parte, los productores de leche recibieron en los últimos meses aumentos en el precio de la leche cruda de acuerdo al SIGLEA (Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina) del 94,4%, acumulado entre los meses de diciembre a febrero, reparando en gran medida el impacto económico adverso.
Asimismo destacan que los costos de producción se han estabilizado, y los stocks forrajeros están en vías de recomposición, augurando una campaña invierno-primavera, que ya muestra señales positivas.
Específicamente, tomando el precio de referencia del valor de la leche cruda del SIGLEA y el valor del maíz que arroja la Bolsa de Comercio de Rosario para febrero, la relación leche/maíz de febrero se ubicó en 2 y de convalidar aumentos, llegaría a niveles muy por encima de los máximos históricos.