Por Juan Francisco Barbieri – Gerente de Sustentabilidad e Innovación de Barbieri
El 28 de junio se ha convertido en una fecha simbólica del orgullo LGBTIQ+; denominado así por las múltiples identidades que conformamos el colectivo. En esta fecha, desde 1969, se busca visibilizar la lucha para construir una sociedad más diversa e inclusiva, en la cual se respeten y garanticen los derechos de vivir, trabajar y amar con libertad.
Si bien desde entonces se han hecho enormes avances en este sentido, esto no quita que debemos tener en cuenta y saber que aún vivimos en un mundo donde se siguen vulnerando los derechos de la comunidad LGBTIQ+; donde hay Estados y organizaciones que siguen promulgando leyes que atentan contra los mismos. Sin ir más lejos, estamos en un año en el que, en el Mundial de QATAR las personas del colectivo no podrán mostrarse públicamente, y se cancela la película de Buzz Lightyear en 14 países por un beso entre dos mujeres.
En Argentina, particularmente en al ámbito corporativo, según el último relevamiento de la organización Pride Connection (PCA), una de cada cuatro personas LGBTIQ+ sufre discriminación en el trabajo. A su vez, una investigación de NODOS visibilizó que más del 68% de los integrantes de la comunidad en el país sufrieron situaciones de acoso y violencia en el último año, y el 47% de los encuestados totales respondió que no hay una política o programa de inclusión hacia la diversidad sexual y la no discriminación del colectivo LGBTIQ+ en su espacio laboral.
Frente a este contexto aún adverso, y conociendo que Argentina es uno de los países de Latinoamérica con más avances y legislaciones en la materia; es fundamental que las organizaciones asuman la responsabilidad extendida de tomar posición política y alzar la voz para ser parte de la construcción de una sociedad más diversa y con mayor igualdad. Es necesario que desarrollen políticas orientadas a la comunidad LGBTIQ+ como parte de su estrategia corporativa; que contraten y apoyen a sus colaboradores del colectivo promoviendo entornos en los cuales las personas, además de estar integradas, se sientan con la seguridad de mostrarse abiertamente a sus equipos de trabajo, sin miedos, presiones, ni estigmas sociales.
En este camino, desde Barbieri y Consul Steel comenzamos a desarrollar políticas que promuevan mayor diversidad e inclusión. En 2020 empezamos a trabajar en “REPENSÁNDONOS”, un programa transversal a toda la organización que busca visibilizar y deconstruir lo que está por detrás de nuestros propios sesgos y estereotipos. Asimismo, desarrollamos iniciativas para que la tasa de nuevos ingresos sea más diversa, actualmente con el objetivo de que nuestra nómina alcance un 50% de mujeres. Desde mi lugar, considero que es necesario garantizar representatividad del colectivo en todos los niveles; particularmente en posiciones de liderazgo y toma de decisiones. A su vez, nuestros compromisos son reportados pública y anualmente bajo los estándares internacionales GRI, con este reporte buscamos explicar, materializar y cuantificar nuestro impacto socioambiental para un desarrollo sostenible.
Como Gerente de una empresa familiar de la industria de la construcción, estoy convencido de la responsabilidad extendida que debemos asumir desde la industria y, sobre todo, desde el rubro de la construcción. Por otro lado, como parte de la comunidad LGBTIQ+, me enorgullece formar parte de un colectivo que día a día logra un mundo más diverso e inclusivo.
Para concluir, agradezco desarrollarme en una organización que abraza la diversidad y la celebra, que elige trabajar para construir un futuro diferente, dando el paso necesario para un presente de evolución organizacional y, en definitiva, de crecimiento como sociedad.