La Ciudad de Buenos Aires se adhirió al Compromiso Global para la nueva Economía de los Plásticos, liderado por la Fundación de Economía Circular Ellen Mac Arthur y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Este acuerdo se llevó a cabo a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
El objetivo de este compromiso global es reducir la generación de plásticos y combatir la polución. La decisión de sumarse a este Compromiso se sustenta en las acciones que la Ciudad ya ha llevado a cabo para reducir el impacto del plástico en la vida cotidiana: la prohibición de las bolsas plásticas de un solo uso y la de la entrega de sorbetes plásticos.
La entrega de bolsas plásticas de un solo uso en supermercados y autoservicios entró en vigencia en enero de 2017. Desde entonces, se evitó que más de 500 millones de bolsas por año terminen en rellenos sanitarios o en los desagües pluviales. En cuanto a los sorbetes plásticos, la prohibición entró en vigencia en mayo de este año y alcanza a comercios, locales bailables, hoteles de 4 y 5 estrellas y shoppings, entre otros. Se estima que solo en los patios de comidas de los shoppings se entregan 2 millones de sorbetes por mes los que, al igual, que las bolsas, terminan su vida útil en los cursos de agua, los desagües pluviales o enredados en árboles y plantas.
El compromiso consta de una serie de acciones tendientes a disminuir el uso de algunos plásticos “de un sólo uso” entre las que se cuenta aumentar la tasa de reciclado y rediseñar e innovar tanto en los productos como en los servicios, por ejemplo, incorporar nuevos modelos de “entrega a domicilio”, fomentar el consumo de bebidas y alimentos con vajilla reutilizable y no descartable o buscar incentivos para recuperar los plásticos ampliando ese mercado en Argentina.