Comenzará a tratarse en los próximos días el proyecto de Ley de Promoción a la Movilidad Sustentable en la Cámara de Diputados de la Nación. Y una de las incertidumbres que todavía sigue latente es qué ocurrirá con las Estaciones de Servicio: si finalmente tendrán estímulos y beneficios para la instalación de cargadores y cómo podrán comercializar la energía entregada. En este sentido, Juan Carlos Villalonga, ex diputado nacional de Cambiemos entre 2015 y 2019, dialogó con Pablo Gago, Sabrina Pont y Patricia Melgarejo para el programa Futuro Sustentable, en AM 1220.
Futuro Sustentable: ¿Cómo está la agenda ambiental en nuestro país?
Juan Carlos Villalonga: La agenda aparece de una manera atolondrada y desprolija, porque es una agenda que estalla todos los días con algún episodio. El proyecto de Ley de Promoción a la Movilidad Sustentable es un tema estructural importante para la Argentina. Ya se vino trabajando en el Congreso, pero nunca hubo un Ejecutivo que tuviera fuerte vocación para sacar la ley. El Gobierno actual presentó el proyecto para que sea tratado en las sesiones extraordinarias. Es decir, empuja al Congreso a debatir en pocas horas un proyecto que debiera ser de consenso y de desarrollo industrial. Son temas en los cuales hay que construir consenso, hay que darle espacio a la representación parlamentaria para que debata, consensue y enriquezca. Pero no, se mandó un proyecto a matar o morir, aceptar o rechazar. Y no es así la forma de debatir estos temas. Generalmente, se mandan a sesiones extraordinarias proyectos de emergencia o proyectos que, por alguna razón, no pudieron ingresar al recinto, pero que ya tienen dictámenes de comisión. Entonces, las extraordinarias sirven para sacar todo aquello que quedó pendiente. Sin embargo, estos proyectos que están en discusión me parece que ameritan otro tipo de trabajo. A esto me refiero con que fue atolondrado.
FS: ¿Crees que este proyecto es realmente integral?
JCV: Este proyecto que mandó el Ejecutivo es un proyecto de promoción industrial, pero no es integral. No tiene los elementos que tiene que tener un proyecto para promover el mercado de automóviles eléctricos. Está todo pensado en algunos beneficios fiscales para aquellos que fabrican, y me parece que está pensado más para las empresas pequeñas que trabajan de manera incipiente en estos modelos. El mundo de la movilidad va a transitar un periodo de transformación total hacia la movilidad eléctrica. Estas transformaciones tecnológicas ponen en riesgo el status quo. Es un momento de re-acomodo. Ponemos en riesgo nuestra industria automotriz si no somos inteligentes en cómo generamos condiciones para que, por ejemplo, General Motors se quede en el país y no se vaya. Nosotros tenemos que instalar algo completamente nuevo. Es decir, aunque tengamos industria automotriz hoy en día, no significa que la vamos a seguir teniendo en el futuro. La vamos a tener que pelear. Esto es muy importante para el país. En la transición energética que se viene, Argentina pone en riesgo parte de su economía. Por ejemplo, el sector de hidrocarburos va a perder. Una provincia como Neuquén, dentro de 20 años no va a tener regalías, ¿De qué va a vivir? En el sector automotriz lo mismo. Si no logramos que se reconvierta y no hacemos las cosas bien, vamos a perderlo.
FS: ¿Qué sucede con las estaciones de carga y la logística?
JCV: La ley se concentra en la promoción industrial, pero no prevé las condiciones para que el mercado funcione. No está previsto cómo se va a regular la venta de electricidad en las estaciones de carga. La ley es una oportunidad para que le pongamos formalidad a algo que hoy se hace por decreto, que es la apertura de importación de autos eléctricos. Hay un cupo y ese decreto hay que renovarlo cada seis meses. El proyecto tiene que prever la formalización de la venta de autos eléctricos, para que el mercado pueda madurar. Una empresa no puede lanzarse hoy en día a hacer promociones para generar clientes si dentro de cuatro meses por ahí cierran la importación. Estas cosas tienen que estar debidamente resueltas. Un elemento fundamental: una estación de servicio tiene que tener clarísimo cuál es el trámite y el encuadre jurídico por el cual va a poder vender electricidad. Actualmente, solo pueden venderla las distribuidoras. Acá aparece una nueva figura, que es el expendedor para el auto eléctrico, y todavía no está resuelto cómo va a encuadrarse. Algo que también hay que resolver es la manera en la que se fijan los precios.