Esta nueva edición del IAF, la publicación anual característica de FARN, cuenta con los aportes de más de 40 autores y autoras: integrantes de comunidades originarias, asambleas, movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil.
Los artículos que componen el libro analizan la crisis climática y socioecológica en un contexto de retrocesos en derechos y legislación ambiental. Desde diversas perspectivas, abordan la situación política y los desafíos para garantizar el derecho a un ambiente sano, el contexto energético del país y la falta de voluntad política para transicionar hacia energías más limpias y sostenibles, y la explotación del litio y sus consecuencias ambientales. Estas temáticas se discuten con el objetivo de avanzar hacia un futuro con justicia ambiental y garantizar el bienestar de todas las personas y ecosistemas de nuestro país.
problemáticas ambientales no están pasando por un momento favorable ni en Argentina ni en el mundo. Estamos en un contexto donde los gobiernos autocráticos crecen en muchos lugares del mundo y cuestionan la democracia, exaltan los nacionalismos y cuesta mucho promover procesos de carácter colaborativo como los que necesita la agenda ambiental tanto a nivel nacional como internacional”, explicó Andrés Nápoli, director ejecutivo de FARN, ayer durante la presentación del IAF, en el centro cultural La Paz Arriba.
“Esto sin duda no es bueno ni para la protección de los bienes comunes, ni para la defensa de la naturaleza, ni para la lucha contra el cambio climático. En Argentina se ve como los negacionismos de la campaña electoral se ha convertido en política de Gobierno y desmantelan y debilitan organismos técnicos fundamentales para la protección del ambiente”, enfatizó Nápoli.
Respecto al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), Nápoli advirtió que de aprobarse permitiría el arraigo de un conjunto de mega inversiones de carácter extractivo que producirá graves consecuencias para la conservación de los ecosistemas.
Para finalizar, Nápoli, sostuvo: “Hoy nos encontramos nadando contra la corriente, por eso es momento de tender puentes, de juntar esfuerzos y seguir incidiendo en el Congreso nacional, peticionando a las autoridades, litigando a la justicia y apoyando a las personas y grupos de personas que luchan para proteger el ambiente y la calidad de vida de los territorios que habitan”.