La Corte Suprema ordenó a la provincia de Mendoza fijar, junto a La Pampa, un caudal de agua en el río Atuel que recomponga el ecosistema en el noroeste pampeano. Ese caudal debe estar establecido en un plazo de 30 días. Además las dos provincias, junto a la Nación, deben diseñar un plan de obras en otros 120 días.
El fallo responde a un histórico reclamo de La Pampa por el corte del río Atuel, que comenzó hace más de un siglo, en la década de 1910 cuando las obras de particulares y las represas le quitaron caudal al río. Pero el golpe de gracia llegó en 1947 con la construcción de la represa Los Nihuiles en el sur de Mendoza. Allí el corte fue total y provocó un éxodo del 40% de los pobladores de Santa Isabel y Algarrogo del Aguila a otras ciudades pampeanas como General Acha y Santa Rosa y hacia el sur mendocino.
La desertificación completó el desplobamiento en las décadas siguientes. En 1905 el censo nacional estableció que Santa Isabel (en el noroeste pampeano) tenía 3.000 habitantes y Alvear (sur de Mendoza), 3.200. En 2010, Santa Isabel seguía con 3.000 habitantes y Alvear llegó a los 52.000 pobladores.