ACUMAR trabaja en el control industrial de los establecimientos productivos, comerciales, de servicio y actividades de la Cuenca Matanza Riachuelo, que implica, por un lado, fiscalizar su funcionamiento y monitorear la calidad de los efluentes que generan en su producción, y, por el otro, promover su adecuación ambiental, lo que significa fomentar que las empresas que son Agentes Contaminantes reviertan los factores que las incluyeron en esa categoría y empiecen a producir de acuerdo con la normativa vigente, de forma más limpia y amigable con el ambiente.
En este marco, el organismo monitorea la adecuación ambiental de 17 industrias, que son las que aportan el mayor porcentaje de contaminación al río, y realizaron inversiones en obras para mejorar sus procesos productivos y que estos se ajusten a la normativa vigente.
El presidente de la Autoridad de Cuenca, Martín Sabbatella, destacó: “Los efluentes industriales son una de las tres principales fuentes de contaminación de la Cuenca Matanza Riachuelo, por eso, en esta gestión además de fiscalizar diariamente a las empresas, también trabajamos fuertemente en la adecuación ambiental de sus procesos, lo que implica que su desarrollo se dé a través de una producción más limpia, que contribuya al saneamiento del río”.
Las empresas que son “grandes aportantes” son aquellas que, en conjunto, vuelcan más del 80% de carga de contaminación orgánica que tiene el río y pertenecen a rubros como frigoríficos, curtiembres, alimenticias, químicas, entre otros. La ejecución y finalización de las obras, que se prevé que estén listas en 2023, tiene por objetivo cumplir con los límites establecidos para el vertido de efluentes líquidos en los parámetros de calidad de agua establecidos en la Resolución 283/2019, con el potencial de reducir a la mitad la carga orgánica de origen industrial vertida en la Cuenca Matanza Riachuelo.
Con este objetivo, ACUMAR solicitó a estos establecimientos que realicen distintas obras en sus plantas, que ya están en marcha y representan una inversión total por su parte de alrededor de 40 millones de dólares.
Como parte de la implementación de sus planes de adecuación, las obras que están llevando adelante constan de grandes movimientos de suelo, fundamentalmente en los sectores que fueron desafectados de los anteriores sistemas de tratamiento, ejecución de elementos estructurales (como ecualizadores, digestores y sedimentadores), procesos de impermeabilización en las lagunas de tratamiento aeróbico y anaeróbico. También incluyen instalaciones electromecánicas necesarias, como son la provisión y colocación de aireadores de superficie, plataformas giratorias para los sedimentadores con todos sus implementos.