Las emisiones de carbono, que se acercan a 36.800 millones de toneladas, han generado una situación ambiental crítica, con consecuencias graves como el calentamiento global y la escasez de recursos hídricos. En el marco del Día Mundial de la Tierra, es crucial reflexionar sobre el impacto del aumento del CO2 en nuestro planeta y la necesidad de tomar medidas urgentes para preservar nuestro hogar común y mitigar los efectos del cambio climático.
Las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han ido ganando protagonismo en las agendas empresariales. Sin embargo, el año 2022 marcó un punto de inflexión al convertir estos conceptos en prioridad para líderes empresariales, inversores y consumidores en apenas seis meses. El informe del IPCC de ese año reveló la urgencia de alcanzar el pico de emisiones de gases de efecto invernadero para el 2025, si queremos evitar consecuencias climáticas irreversibles.
¿Cuál es la estrategia para alcanzar estos objetivos?
A partir de las cuatro revoluciones de la industria, el mundo ha experimentado unas transformaciones significativas que han dejado una marca indeleble en sectores como la manufactura y la energía. Si bien, estos periodos y movimientos industriales han sido objeto de amplio reconocimiento y han dejado un legado importante, es importante analizar las que han tenido un gran impacto en el ámbito eléctrico.
Las revoluciones industriales y eléctricas han marcado hitos importantes en la historia de la tecnología. Hoy, nos encontramos en la era de la Industria 4.0 y la “Electricidad 4.0”, donde la digitalización y la convergencia de lo digital y lo eléctrico impulsan la eficiencia y la sostenibilidad en un nuevo mundo eléctrico.
Según Schneider Electric, líder global en transformación digital de la gestión de la energía y la automatización, la Electricidad 4.0 emerge como la solución crucial para construir un mundo más sostenible y resistente en el futuro. ¿Por qué es tan importante?, Lina Bernal, Directora de Secure Power para el Clúster Andino de Schneider Electric , sugirió varios puntos importantes:
- En primer lugar, la electrificación representa un cambio hacia una energía más verde y eficiente. Se ha demostrado que la electricidad es entre 3 y 5 veces más eficiente que otras fuentes energéticas, y es el principal candidato para la descarbonización. Se espera que para el año 2040, la proporción de electricidad generada a partir de fuentes renovables aumente significativamente, pasando del actual 6% al 40% en las próximas dos décadas.
- En segundo lugar, la digitalización desempeña un papel fundamental en la construcción de un futuro inteligente. La innovación actual depende en gran medida de la convergencia entre la electricidad y lo digital. Este cambio se refleja en cómo trabajamos, cómo vivimos y cómo nos movemos hacia una movilidad más sostenible.
“A pesar de estas innovaciones, la realidad es que aún dependemos en gran medida de tecnologías del siglo pasado. Más del 80% de nuestra demanda energética se satisface mediante el uso de combustibles fósiles, y el 95% de la distribución de energía se realiza a través de sistemas obsoletos y desconectados. Esta situación oculta tanto el desperdicio de energía como las oportunidades para eliminarlo, lo que subraya la necesidad urgente de adoptar la Electricidad 4.0 para un futuro más sostenible y eficiente” añadió Bernal.
En el contexto actual, todas las acciones en la próxima década serán determinantes, ya que es clave reducir a la mitad las emisiones de CO2 para mantenernos dentro del límite de 1,5 grados Celsius de aumento de la temperatura global. Ya son 74 países los países que se comprometieron a alcanzar un balance neto cero desde la COP 26 y cualquier esfuerzo colectivo será crucial para forjar nuestro camino hacia un futuro de emisiones netas cero para el año 2050.