Distintos ministerios del Ejecutivo, encabezados por el ministro sanjuanino de Minería, Alberto Hensel, recorrieron la mina que opera Barrick Gold en Veladero, donde el pasado 8 de septiembre se detectó un nuevo derrame de solución cianurada. Las conclusiones de esta investigación –informa el Pregón Energético– están expuestas en el acta Nº 329 del Ministerio de Minería, la que fundamenta en su primer punto la suspensión de las operaciones.
Días atrás, el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, fue agredido a huevazos y escupitajos en la localidad de Jáchal, cuando intentó dialogar con los vecinos apostados en la carpa de la Asamblea Jáchal No Se Toca, hasta donde llegó sin previo aviso “para dar la cara”, según dijo. Posteriormente, el funcionario se dirigió al departamento de Iglesia, donde se localiza la mina Veladero y allí sí pudo dialogar con el intendente Marcelo Marinero y un grupo de vecinos. En ese lugar, afirmó: “Vamos a abrir la mina para que quien quiera sacarse las dudas, pueda hacerlo” y reiteró que su gobierno le impondrá “una multa ejemplificadora” a Barrick por el nuevo derrame, por lo que “lo van a pensar dos veces antes de dejar de hacer controles”.
Por otra parte, el Gobierno de San Juan determinó que “no hubo contaminación” con cianuro en el valle de lixiviación de la mina en el que se había denunciado el derrame, pero no dio fecha del levantamiento de la suspensión de sus actividades hasta tanto la empresa no cumpla con “el levantamiento” de un talud de tierra (hacer más alta la berma) que sirve de contención en el sector.
El ministro de Minería, Alberto Hensell, aseguró en conferencia de prensa que “no se encontró presencia de cianuro en los lugares examinados” pero admitió que la salida de material cianurado fuera del valle de lixiviación, donde se separa el oro de la roca, fue concretamente por la falta de levantamiento de la altura de la berma”, que es un talud de tierra que evita que el material en proceso salga de la zona segura. Ese material cianurado que salió afuera del valle -unos 100 m3- se desparramó por una superficie de unos 200 m2 y ese lugar está a unos 400 metros del primer cauce de agua que luego deriva en el río Jáchal, que es el canal Potrerillos.
Hensell dijo que los trabajos de levantamiento de la altura de la berma, “había sido requerido por nosotros en varias oportunidades” y que el trabajo en la mina “no tendrá continuidad hasta tanto se resuelva”. A través del Ministerio de Minería se había intimado, después del primer incidente, a la empresa Barrick a “mejorar todas las bermas” (los límites del valle de lixiviación). Lo cual no se hizo en su totalidad.
Hensel explicó que la otra gran falla de la empresa fue “la forma en la que comunicaron el incidente, ya que cuando ocurrió el hecho todavía había personal de la policía minera que se encontraba en el lugar y ellos avisaron de forma verbal y siguieron el protocolo de controles, pero primero no explicaron que el problema había sido la berma, o el sector de bermas”.
Cuando llegó el informe por escrito, al observar dónde y cómo ocurrió el incidente, fue el mismo Gobernador Uñac quién tomó la decisión de aplicar una sanción más dura. ES que según dijo Hensel que la situación se tomó como más grave porque “son cosas que veníamos exigiendo y cuando venimos de aplicar una sanción histórica”