La Corporación Financiera Internacional (CFI), uno de los brazos del Banco Mundial (BM), vendió su participación accionaria dentro del proyecto de oro del Páramo de Santurbán, en Colombia.
La entidad era dueña de un 10% de las acciones del emprendimiento, controlado por la empresa canadiense Eco Oro (anteriormente, Greystar). La decisión fue tomada luego de recibir una queja por parte de organizaciones ambientalistas.
Representantes de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), el Centro para el Desarrollo Ambiental Internacional (CIEL), Mining Watch Canada, el Comité por la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán se movilizaron hasta la sede del BM para expresarle su oposición a la iniciativa, a la que consideran riesgosa para la comunidad.