El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, y en este contexto, la empresa argentina Essen invita a cocinar de forma más práctica, placentera y sustentable. Desde su fundación en 1980, Essen ha acompañado a quienes cocinan en el hogar y ha promovido la recuperación de la cultura de la cocina casera, saludable y sustentable. Para lograr este objetivo, el reciclaje es una herramienta vital en el proceso de fabricación de sus cacerolas más emblemáticas, las cuales proponen un sistema circular de reciclaje de aluminio que promueve el cuidado del medio ambiente.
¿Sabías que las cacerolas Essen son infinitamente reciclables?
En efecto, estas cacerolas están elaboradas con un 60% de material reciclado, y al final de su vida útil, pueden ser reincorporadas nuevamente al proceso mediante el Plan Canje Essen. Este plan permite recuperar miles de cacerolas que vuelven a fundirse para convertirse en materia prima de calidad y producir nuevas piezas. Al entregar una cacerola Essen vieja, se recibe un descuento para la compra de una nueva. Gracias al Plan Canje Essen, se reciclan miles de cacerolas al año, lo que equivale a una gran cantidad de aluminio reciclado. además de ahorrar el 95% de la energía que se necesitaría para obtenerlo de la tierra.
La planta de fabricación de Essen, ubicada en Venado Tuerto, cuenta con tecnología de última generación y es la fábrica de cacerolas de aluminio fundido más grande del mundo. En el año 2022, la empresa incorporó un horno fusor que abastece el aluminio líquido para la fabricación de las cacerolas, fundiendo todo el subproducto obtenido de los distintos procesos, como fundición y mecanizado. Gracias a esta incorporación, dicho año lograron reciclar 1.556.648 kilos de aluminio – equivalentes al peso de 669.359 cacerolas de 24 cm de diámetro-.
¿Cuáles son los beneficios del reciclaje de aluminio?
Este proceso secundario tiene gran importancia debido a que se puede llevar a cabo sin pérdida de calidad del producto final, alargando su ciclo de vida. En comparación con la producción de aluminio primario, en el proceso de reciclaje se consume el 5% de la energía necesaria y se genera mucho menos residuos. Además, permite una utilización infinita, ya que el mismo aluminio puede ser refundido repetidas veces sin perder sus propiedades. En términos ambientales, el reciclaje de aluminio colabora en evitar la saturación de vertederos y minimiza la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera.
En la fábrica de Essen, además se separan residuos para su posterior reciclado; entre ellos cartones, papeles, plásticos (botellas y envases de antiadherentes, tapitas plásticas) y chatarra ferrosa. La empresa trabaja diariamente para que el packaging de sus productos sea cada vez más amigable con el medio ambiente, eliminando el termocontraíble, reduciendo las tintas y colores de sus cajas, y desde hace unos años, el cartón que envuelve las cacerolas es reciclable con sello y trazabilidad de reciclado.