El Día Mundial del Árbol fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial en el año 1969 y es una fecha que nos invita a reflexionar sobre los “héroes” que ocupan un lugar tan protagonista en nuestra vida por los beneficios que brindan, todos de vital importancia para los seres vivos. Los árboles son reconocidos ampliamente por su aporte a la mitigación del cambio climático, ya que se aceptan como el sistema basado en la naturaleza más eficiente para absorber CO2 de la atmósfera en su proceso de crecimiento. Esto ha disparado diferentes políticas de plantación de árboles: la promesa de plantación de 3 mil millones de árboles de la UE para el año 2030 (three billon trees); la campaña p or 1 trillón de árboles de WWF y Bird Life (Trillon Trees), la gran muralla verde en África (The Great Green Wall) entre otras iniciativas.
De hecho, hoy se estima que cerca del 56 % de la población mundial —4400 millones de habitantes— vive en ciudades. Se espera que esta tendencia continúe, ya que la población urbana aumentará a más del doble para 2050, momento en que casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades (https://www.bancomundial.org/es/topic/urbandevelopment/overview) Los árboles y los bosques urbanos hacen de nuestras ciudades lugares más verdes, saludables y felices. La silvicultura urbana y periurbana sostenible contribuye a la restauración de los ecosistemas y ayuda a detener y revertir la pérdida de biodiversidad.
Los árboles urbanos también apoyan la resiliencia local y el desarrollo sostenible, al tiempo que contribuyen a la acción climática y los ODS. Las ciudades están en la primera línea de nuestros mayores desafíos globales. Los árboles urbanos y periurbanos deben ser parte del plan para sostener y reconstruir la biodiversidad.
Cubriendo solo el 2% de la tierra a nivel mundial, las ciudades albergan una sexta parte de la diversidad de árboles del mundo con bosques urbanos compuestos por hasta 10 mil millones de árboles y más de 100 géneros. De hecho, más del 20% de la biodiversidad aviar del mundo reside en las ciudades y sus árboles.
Cuando se planifican y gestionan como redes interconectadas que van desde áreas urbanas densas hasta entornos rurales, los bosques urbanos pueden ayudar a mantener sistemas ecológicos urbanos más saludables que proporcionan un hábitat crítico para la biodiversidad urbana.
Compitiendo por el espacio y los recursos mientras se ven amenazados por un clima cambiante, la capacidad a largo plazo de los árboles urbanos y periurbanos para proporcionar hábitats críticos para la vida en nuestras ciudades está amenazada.
Se necesitan con urgencia compromisos e inversiones en planificación y gestión a largo plazo para mantener y expandir los muchos beneficios que brindan los árboles urbanos.
UN SOLO ÁRBOL…
- Puede producir miles de flores proporcionando sustento a las poblaciones de insectos polinizadores manteniendo nuestra producción de alimentos.
- Puede ser el hogar de cientos de especies de insectos, hongos, musgos, mamíferos y plantas.
- Interceptar más de 15.000 litros de agua al año, mitigando inundaciones y almacenando agua para los ecosistemas locales
“Las superficies urbanas sombreadas por árboles pueden ser más frías que las no sombreadas entre 11 y 25 °C en verano. – proteger a todos los habitantes urbanos y la biodiversidad en los ecosistemas y suelos forestales urbanos del sobrecalentamiento Fuente: USEPA”