La nutria gigante, históricamente abundante en los ríos del norte de Argentina, se encuentra hoy extinta en nuestro país. Un ambicioso proyecto de rewilding, que brinda esperanzas para traer de vuelta a la especie de nutria más grande del mundo a los esteros del Iberá en Corrientes y al Impenetrable chaqueño, recibió una nueva integrante llegada del Zoológico de Los Ángeles.
Rosario, una nutria gigante hembra de siete años, llegó del Zoológico de Los Ángeles a Argentina para unirse al proyecto de reintroducción liderado por Rewilding Argentina, los Gobiernos de Corrientes y del Chaco y la Administración de Parques Nacionales y es candidata a ser liberada en el norte Argentino.
“Este proyecto marca muchas novedades”, celebró Sebastián Di Martino, Director de Conservación de Rewilding Argentina. “Es la primera vez en la historia que se ejecuta un proyecto de reintroducción de la nutria gigante y la primera vez que se reintroduce un mamífero extinto a nivel nacional en la Argentina. Además, Rosario es el primer animal procedente de Norteamérica que incorporamos a un proyecto de reintroducción liderado por Rewilding Argentina. La cooperación internacional es crucial para llevar a cabo un proyecto tan ambicioso. Por lo tanto, la participación del Zoológico de Los Ángeles en esta iniciativa es realmente emocionante.” La reintroducción de la nutria gigante, en su calidad de predador tope, ayudará a reequilibrar el ecosistema tanto en el agua como en la tierra.
Rosario se encuentra actualmente en un período de cuarentena obligatoria en Corrientes, para garantizar la salud y seguridad de las otras nutrias del programa y del ambiente al que será llevada. Una vez completada la cuarentena, será trasladada a un corral de presuelta, que cuenta con una zona de tierra para construir su madriguera y una zona acuática donde puede nadar, pescar y refrescarse, para formar una pareja con un macho y reproducirse. En estado silvestre, las nutrias gigantes viven en grupos familiares grandes de varias generaciones, en los que las crías grandes ayudan a cuidar a las más jóvenes. Por lo tanto, cuando Rosario haya conformado un grupo familiar lo suficientemente grande, podrá ser liberada junto con su pareja y sus descendientes.
“Los programas de reintroducción, como el de Rewilding Argentina, son valiosos porque pueden revivir poblaciones extintas dentro de un hábitat histórico”, dijo Candace Sclimenti, responsable de mamíferos del Zoológico de Los Ángeles y líder del programa de nutrias gigantes de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de América (AZA). “El Zoológico de Los Ángeles tiene una larga trayectoria brindando cuidado, bienestar y cría de nutrias gigantes, y estoy entusiasmada de que Rosario esté ayudando a garantizar el regreso de su especie a Argentina”.
La reintroducción de una especie es un proceso complejo que involucra a muchos colaboradores, instituciones y expertos en cuidado animal. El proceso está rigurosamente examinado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El Director de Conservación del Zoológico de Los Ángeles, Dr. Jake Owens, forma parte del Grupo de Especialistas en Translocaciones para la Conservación de la UICN y viajó a Argentina para comprobar que el sitio de reintroducción cumpliera con todos los requisitos. “Tenemos la obligación con los animales que participan en un programa de reintroducción de asegurarnos de que contribuyan a un proyecto que tiene una alta probabilidad de éxito”, explica el Dr. Owens, “y éste ciertamente la tiene”.
El proyecto en Iberá ya cuenta con tres otras parejas reproductoras, Coco y Nima, Nanay y Ariranha y Tama y Anori, que vienen de distintos zoológicos europeos. Para garantizar una población genéticamente sana y diversa, se necesitan nutrias gigantes de diferentes acervos genéticos. Dos de estas parejas ya han tenido crías y, en estos días, los cuatro jóvenes cachorros de Nanay y Ariranha están experimentando sus primeros nados, guiados por sus padres. Estas flamantes están creciendo para luego ser liberadas y ser protagonistas del regreso de su especie a las aguas ibereñas. El proyecto en El Impenetrable cuenta con Yvera, la hembra nacida en Iberá, quien fue llevada el año pasado al Chaco para anclar el macho silvestre Teuco en la zona del Parque Nacional, más segura para garantizar su supervivencia, y propiciar un encuentro entre ambos.
Además de su importancia como especie clave para ayudar a recuperar la salud de los ecosistemas, la perspectiva de poder cruzarse en los esteros del Iberá o en el río Bermejo en El Impenetrable con grupos de ese animal juguetón, ruidoso y sociable en libertad sin dudas es una gran ilusión para los amantes del turismo de naturaleza y contribuirán a posicionar a esos dos lugares como excepcionales santuarios de vida silvestre.