Los jugadores de Boca compartieron una tarde con los chicos que viven en Casa Garrahan, en una acción solidaria de Boca Social y La Liga. Juegos, charla y merienda a pura sonrisa. “Yo tuve 10 operaciones en el pie. Siempre hay que pelear”, contó Delfino.
La timidez de la bienvenida duró lo que tardaron en picar las primeras pelotas en el patio de Casa Garrahan. Grandes y chicos entraron rápido en confianza y más rápido pasó la tarde a pura sonrisa. Carlos Delfino, Lucas Pérez y Fotios Lampropoulos compartieron una tarde a puro juego, básquet, sonrisas y charla con los niños del Interior que realizan tratamientos prolongados y se alojan en la Casa que queda a metros del hospital Garrahan.
Hasta allí llegaron los jugadores de Boca, respondiendo a la propuesta solidaria, con las manos llenas de regalos y el corazón abierto a recibir el cariño de los chicos. Enseguida, no bien llegaron a la casa, Delfino repartió pelotas y el sonido del repiqueteo se apoderó del lugar. El gigante griego regaló bufandas y gorras por otro rincón y Lucas Pérez se sentó entre los chicos para escuchar sus historias y contar las suyas. A medida que los chicos iban llegando se iban sumando a la actividad y nadie se perdió la ffoto final, que retrató a madres e hijos juntos a los jugadores.