Además de la amenaza que supone para la biodiversidad y la preservación de ecosistemas únicos, el cambio climático también hace que se pierda mucho dinero: cosechas malogradas, daños de edificios e infraestructuras asociados a inundaciones y otros desastres naturales, migraciones masivas… Cuantificar estas pérdidas es bastante complicado, pues algunos de estos efectos, por ejemplo, los problemas de salud, son indirectos y difíciles de medir.
No obstante, la Agencia Europea de Medio Ambiente publica cada pocos años un informe muy detallado en el que se calculan los costos económicos del cambio climático. Los últimos datos indican que, entre el año 1980 y el 2013, los costos asociados a eventos climáticos han supuesto para Europa casi 400.000 millones de euros. Además, la media anual de pérdidas ha oscilado entre los 7.600 millones de euros en los años 80 y los 13.700 millones en el siglo XXI.