Cada vez parecen producirse con mayor frecuencia. En la provincia canadiense de Alberta, en Tasmania, en la región de Oklahoma-Kansas en Estados Unidos. El año pasado, Alaska y California alcanzaron el récord de cuatro millones de hectáreas, y también se presentaron en Siberia, Mongolia y China. Durante las últimas tres décadas, su temporada en Brasil creció un mes. Se trata de los incendios, que afectan a más y más países con mayor y mayor frecuencia. Y no es solo una sensación, sino una consecuencia más del cambio climático.
“Entre más cálido está, más incendios tenemos”, puntualiza Mike Flannigan, profesor de incendios forestales en la Universidad de Alberta. Al calentamiento global se suman también otros factores, entre ellos, el modo en que las personas usan la tierra y los métodos de combate a incendios que dejan más combustibles (árboles y arbustos) para quemar.
“Los incendios forestales de Alberta son un excelente ejemplo de que lo que estamos viendo cada vez más: El calentamiento significa que la nieve se derrite antes, la tierra y la vegetación se secan más temprano, y la temporada de incendios inicia antes de tiempo. Es una catástrofe”, explica el científico climático Jonathan Overpeck, de la Universidad de Arizona.
A nivel mundial, la longitud de la temporada de incendios aumentó casi 19% entre 1979 y 2013, de acuerdo al estudio de Mark Cochrane, profesor de ecología de incendios en la Universidad Estatal de Dakota del Sur.
El fuego forestal se había incrementado constantemente, pero, apunta Cochrane, a fines de la década de 1990 e inicios de la de 2000, “repentinamente nos hemos visto azotados por muchos de estos incendios masivos que no podemos controlar”.
En términos de superficie consumida, el total a nivel mundial podría ir en descenso debido a una mejoría en el combate del fuego, pero en América del Norte y Siberia “los incendios han crecido bastante debido al calentamiento”, subraya Park Williams, científico del clima y la ecología de la Universidad Columbia. “Según mis cálculos, el calentamiento global es responsable de cerca de la mitad de dicho aumento”, añade.
Para todo Estados Unidos, el promedio de los últimos 10 años de hectáreas es más del doble al pasar de 1,2 millones de hectáreas a mediados de la década de 1980, a 2,8 millones de hectáreas en la actualidad.