El coronavirus cambió las modalidades de trabajo y las empresas se adaptaron al contexto. Para conocer cómo trabaja Pampa Energía en ese sentido, Futuro Sustentable conversó con Mariana Corti, gerenta de RSE de la compañía.
Futuro Sustentable: – ¿Cómo se adapta Pampa Energía al escenario actual de pandemia?
Mariana Corti: – Antes de que se estableciera la cuarentena obligatoria, se armó un Comité de Prevención que se centró en pilares como la comunicación permanente en relación a las medidas y la suspensión de los viajes y reuniones. Además, se inició la modalidad de trabajo remoto en los puestos correspondientes. Pampa Energía brinda un servicio esencial y hay áreas que tuvieron que seguir yendo a trabajar. Fue un cambio importante: hasta el momento no existía la modalidad de trabajo remoto en la empresa. Todo lo que se implementó nos permitió seguir trabajando en equipo y mantener la productividad. Las evaluaciones muestran un resultado excelente. En muy poco tiempo hubo muchos cambios para adaptarnos a este entorno y, seguramente, más adelante haremos una retrospectiva y nos sorprenderemos de la capacidad que hemos tenido en la adaptación al cambio.
FS: – ¿En qué porcentaje se trabaja en modo presencial y en qué porcentaje a distancia?
MC: – En las plantas, asiste alrededor del 50% de la capacidad de personas. En las oficinas administrativas, el 100% está en sus casas, salvo algunos casos muy puntuales. Para continuar con las obras, se establecieron protocolos de prevención y de actuación en el caso de que surgiera algún caso de Covid-19, que hasta el momento no ocurrió. Eso implicó adquirir elementos de protección para momentos en los que no se puede respetar la distancia necesaria.
FS: – Ya se habla de una vuelta en el marco de una nueva normalidad, y así como el Comité de Prevención se anticipó antes de la cuarentena, imagino que tendrán un plan de retorno…
MC: – Sí, totalmente. De hecho, ya se está bajando la información acerca de cómo será esa nueva normalidad, siempre dependiendo de la situación de cada provincia. Nosotros operamos en provincias como Salta o Mendoza, donde la situación es muy distinta de la de la Ciudad de Buenos Aires. Neuquén es otra provincia con un escenario diferente… La idea es ir volviendo con esquemas rotativos en los grupos. Se están estableciendo marcaciones y delimitaciones para los espacios de cada equipo. Lo que prima es el cuidado de las personas. Se está programando una vuelta progresiva sin correr riesgos. El pilar fundamental es la cercanía y la comunicación permanente con todos los equipos. La prioridad es informar, concientizar y dar soporte, con capacitaciones para líderes y para todos los empleados de Pampa Energía.
FS: – En este contexto, ¿se puede sostener la acción e inversión social que caracteriza a Pampa Energía?
MC: – Sí. Desde el año pasado que veníamos trabajando en la reestructuración de los ejes temáticos a trabajar en el ámbito social y teníamos todo muy planificado, pero en el mes en el que íbamos a ponerlo en marcha nos agarró la pandemia. Lo destacable es que los socios de Pampa enseguida realizaron aportes importantes en distintos ejes vinculados a la temática del coronavirus. Por un lado, todo lo que tiene que ver con contribuir con hospitales cercanos a los activos de Pampa (se donaron con monitores multiparamétricos, camas, respiradores, entre otros), sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde sabíamos que la situación sería más complicada, y en Neuquén. Asimismo, hicimos una colaboración con el hospital Isidoro Iriarte en Quilmes con elementos para el personal y camas, respiradores, entre otros, así como también en el hospital San Rafael. Paralelamente, hicimos colaboraciones con la Cruz Roja.
FS: – ¿Cómo continúan con los programas sociales desde la firma?
MC: – Si bien hubo complicaciones porque trabajamos en esto en forma presencial, con el equipo implementamos ciertos cambios para adaptarnos. El programa principal de la fundación es el de acompañamiento a las trayectorias educativas, y teníamos el desafío de seleccionar este año a muchísimos becarios. Decidimos hacerlo en modalidad virtual: realizamos los acompañamientos individuales con cada uno de los becarios y las familias en forma telefónica o por Skype, e hicimos la selección de nuevas becas en conjunto con las escuelas, que nos ayudaron a contactar a las familias en forma digital. Si bien la mayoría tiene acceso a conectividad, la realidad es que no todos pueden conectarse a internet y ese es un debate que tendremos que afrontar. No es justo que los chicos tengan que elegir a qué conectarse y a qué no porque no les alcanza el dinero. En concreto, con esta pandemia vemos la importancia que tiene para las familias que los jóvenes sostengan la escolaridad.
FS: – Uno de los desafíos para las compañías es poder seguir cumpliendo con los ODS, ¿cómo se encuentra posicionada Pampa Energía en ese sentido?
MC: – Sí, al replanificar la estrategia de acciones de inversión social adoptamos los programas que realizamos a que estén alineados a los ODS definidos como prioritarios por Pampa. Seguimos trabajando en ese eje viendo cómo podemos hacer para continuar con esa planificación. El Covid-19 no nos sacó el foco de los programas que planificamos, no tuvimos un pedido de reasignación de presupuesto. Y, por otro lado, trabajamos en producción e ingeniería alineando los ODS de Pampa al mapeo de partes interesadas, es una labor innovadora. La agenda de los ODS llegó para quedarse, y creo que el Covid-19 profundiza esa agenda y la refuerza.