Los gobiernos y las empresas se unieron a los agricultores y las comunidades locales en la COP26 para asegurar nuevos acuerdos para proteger la naturaleza y acelerar el cambio hacia prácticas de agricultura y uso de la tierra sostenibles.
Veintiséis países establecieron nuevos compromisos para cambiar sus políticas agrícolas, para que sean más sostenibles y menos contaminantes, y para invertir en la ciencia necesaria para la agricultura sostenible y proteger el suministro de alimentos contra el cambio climático, establecidos en dos ‘Agendas de Acción’.
Todos los continentes estuvieron representados, con países como India, Colombia, Vietnam, Alemania, Ghana y Australia.
Alguno ejemplos de compromisos nacionales alineados con esta agenda incluyen:
El plan de Brasil para escalar su programa de cultivo bajo en carbono ABC + a 72 millones de hectáreas, lo que ahorra mil millones de toneladas de emisiones para 2030.
Los planes de Alemania para reducir las emisiones del uso de la tierra en 25 millones de toneladas para 2030.
El objetivo del Reino Unido de involucrar al 75% de los agricultores en prácticas bajas en carbono para 2030.
El Reino Unido también anunció una financiación de 500 millones de libras esterlinas para apoyar la implementación de la Hoja de ruta de comercio forestal, agrícola y de productos básicos (FACT), que se lanzó durante la Cumbre de Líderes Mundiales a principios de la semana pasada, en la que 28 países trabajan juntos para proteger los bosques mientras promueven el desarrollo y comercio.
Otros 65 millones de libras esterlinas apoyarán una “transición rural justa” para ayudar a los países en desarrollo a cambiar sus políticas y prácticas hacia una agricultura y producción de alimentos más sostenibles.
Los compromisos asumidos por los países ayudarán a implementar la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, que ahora cuenta con el respaldo de 134 países que cubren el 91% de los bosques del mundo. La Declaración tiene como objetivo detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030.