La mayoría de los líderes mundiales que acapararon los flashes hasta ahora ya están con las valijas preparadas para irse, algunos otros están llegando, y las negociaciones —el eje principal de las reuniones que aquí nos convocan— están tomando ritmo.
Liderazgo del Sur
En ausencia de un liderazgo serio y contundente por parte del Norte Global, son los países del Sur quienes se están poniendo al frente y marcando la agenda. Con la agenda de la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, para reformar el FMI y el Banco Mundial, los Planes de Prosperidad Climática de Sri Lanka y Bangladesh, y la promesa del Presidente de Kenia, William Ruto, de lograr el 100% de energías renovables para 2030, ¿empezamos a ver un cambio histórico en el dominio del G7? ¿Pueden los países de este grupo interesados en impulsar una decisión de la COP sobre el “traspaso de los billones” asegurarse de que realmente se cumpla con las promesas de financiación del clima hechas hace tantos años a los países vulnerables?
América latina, unida por la deuda
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con la presidencia pro témpore de la Argentina, presentó un documento de posicionamiento conjunto en la conferencia climática. El punto de partida común: deuda por financiamiento climático. Van algunos detalles de los puntos (hilo de Fermin Koop). No significa que vayan a negociar en conjunto, pero es un punto de partida para los reclamos de fondos y compensaciones por la crisis climática. Adjuntamos documento oficial.
· Los países piden un sistema multilateral de comercio “basado en reglas abiertas, no discriminatorias y equitativas, rechazando medidas unilaterales que pueden constituirse en un medio arbitrario o restrictivo encubierto al comercio internacional”
· Los países “reafirma la importancia de reforzar la coordinación en los diversos foros multilaterales con miras a fortalecer las sinergias y articulación en las negociaciones climáticas, que aborden las necesidades concretas y diferencias de la región
· Los países piden por una arquitectura de financiamiento climático multilateral “justa, transparente, equitativa y basada en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”, asegurando la “previsibilidad y disponibilidad” recursos financieros
· Los países piden impulsar “instrumentos de financiamiento climático innovadores” como “bonos soberanos, fondos de garantía y canjes de deuda por acción climática”
· Los países piden fortalecer el rol del Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC), “fomentando la articulación de prioridades y necesidades comunes, y considerando la vulnerabilidad de los países de la región”.
CEPAL está trabajando en un documento de las necesidades de financiamiento climático de América Latina. De acuerdo a los primeros números, la región recibe hoy 22 mil millones de dólares y necesita entre 154 mil millones y 198 mil millones al 2030 para mitigación y adaptación.
(Fuente: Periodistas por el Planeta)