La Conferencia de la ONU sobre cambio climático (COP27) culminó en Egipto con un histórico acuerdo por el que los países ayudarán a pagar los daños que el calentamiento global provocó en las naciones más pobres, aunque sin un plan concreto para contener la causa de esos desastres, que es el uso de combustibles fósiles, lo que despertó opiniones dispares de las ONG.
l acuerdo, firmado en la ciudad de Sharm el Sheij, sobre el mar Rojo, tras una larga negociación que se prolongó un día más de lo previsto, establece un fondo llamado de pérdidas y daños, algo que las naciones más pobres reclamaban hace años al verse como víctimas de inundaciones, sequías, olas de calor, hambrunas y tormentas a pesar de haber contribuido poco a la contaminación que calienta el planeta.
El documento final aprobado precisa que la COP27 “decide establecer nuevos acuerdos de financiación para ayudar a los países en desarrollo particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático a responder por las pérdidas y los daños” sufridos.
Pese a la aprobación del histórico fondo para pérdidas y daños por desastres climáticos en los países más pobres y los menos contaminantes, la COP 27 culminó con asuntos vitales pendientes. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que el acuerdo aprobado es “un pequeño paso” para la justicia climática, mientras otros miembros de la UE subrayaron estar decepcionados por la falta de mayores compromisos sobre la reducción de gases de efecto invernadero.
Un final agridulce en la cumbre más importante a nivel mundial para mitigar el calentamiento global.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, catalogó este 20 de noviembre como “un pequeño paso hacia la justicia climática” el fondo acordado en la COP27 para pérdidas y daños que ayudará a los países pobres ante los desastres climáticos. La dirigente de la Comisión Europea enfatizó que es necesario hacer mucho más por el planeta.