El gobernador de California, Jerry Brown, extendió por otros 10 años la ley de cambio climático más ambiciosa de Estados Unidos, con lo que el estado estableció una nueva meta para reducir la contaminación por carbono.
El demócrata promulgó la ley en un parque de Los Ángeles, pese a la oposición de la industria petrolera, de grupos empresariales y de los republicanos. La nueva legislación expande la emblemática ley del 2006, que estableció la meta de reducir las emisiones de gases causantes del llamado efecto invernadero a los niveles de 1990 para el año 2020.
El estado está en camino de cumplir o exceder esa meta, con pasos que incluyen el restringir el contenido de carbono en la gasolina regular y el diésel, alentar la venta de vehículos de cero emisiones e imponer un impuesto a la contaminación, dijo Brown.
La nueva ley va más allá, al tratar de reducir las emisiones 40% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2030, que según el gobernador es la meta más ambiciosa que haya sido aprobada por cualquier gobierno en Norteamérica.
Brown, quien ha viajado por todo el mundo para promover la reducción de los gases causantes del efecto invernadero, emitió el año pasado una orden ejecutiva en la que estableció esas metas.