Con la participación de más de 450 personas de 30 países, se desarrolló con total éxito en nuestro país por primera vez el Encuentro de Academias de ingeniería y Ciencias Tecnológicas (CAETS). La apertura estuvo a cargo del Presidente de la Academia de Ingeniería y Presidente de CAETS 2021: Ing. Manuel Solanet y continúo con palabras del Director del Comité Organizador Ing. Oscar Vignart. Para luego comenzar las exposiciones de los destacados oradores.
El debate se centró en el rol de la ingeniería ante la crisis climática y como lograr la meta carbono cero para 2050, para lo cual en el plenario de apertura se destacó que “el objetivo es crecer y simultáneamente reducir las emisiones de carbono” con políticas energéticas que “deben adaptarse a los recursos y barreras locales”.
Se identificaron dos pasos para reducir las emisiones. Primero, los próximos 10 años utilizar masivamente las tecnologías existentes: solar, eólica, autos eléctricos, nuclear, hidroeléctrica, mejorar la eficiencia. Segundo: desarrollar tecnologías para después de 2030: hidrógeno, captura y almacenamiento de carbono, reactores SMR, etc. Reducir gradualmente las emisiones de combustibles fósiles de aquí a 2050. Para lograrlo se necesita la colaboración y compromiso entre países. Lamentablemente las emisiones acumuladas en los últimos 100 años constituyen una obligación moral de los países desarrollados para colaborar y financiar energías limpias en las naciones en desarrollo. Expusieron que es necesario que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se desarrollará en octubre envíe fuertes señales a los inversores para que se comprometan al desarrollo de energías limpias.
En el panel de energía nuclear, expusieron que es importante que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) actué con rapidez para combatir el cambio climático, Para ello, se requieren todas las fuentes de energía bajas en carbono. A medida que aumenta el uso de energía eólica y solar, la energía nuclear debe reemplazar gradualmente la generación de energía térmica.
Actualmente, se están construyendo 51 reactores en todo el mundo. Se prevee que para el 2030, aumentará el uso de energías renovables, gas natural y energía nuclear, mientras que la participación de carbón y petróleo disminuirá. Es importante destacar que en la Argentina tenemos el Reactor Nuclear CAREM. Diseñado y construido íntegramente en nuestro país posicionándonos como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia. Actualmente se está construyendo un prototipo de SMR con combustible de uranio enriquecido (con un avance de obra estimado de aproximadamente el 60%). En el contexto de las energías renovables destacaron que juegan un papel fundamental para la descarbonización. Las mismas juegan un rol fundamental en reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, las políticas y planes para acelerar su adopción y reducir las emisiones de carbono requieren cambios estructurales en el sistema económico.
Frente al tema de Oil & Gas expresaron que el gas natural se convertirá en el segundo pilar de la descarbonización junto con la energía renovable, principalmente a través del reemplazo del carbón, la adopción de vehículos eléctricos, la generación de energía eólica y solar, la captura y almacenamiento de carbono (CCS), la fabricación de hidrógeno y la reducción de emisiones de metano. Por otro lado el gas y el hidrógeno están destinados a convertirse en socios de infraestructura. En cuanto a la tecnología se revisó en profundidad el estado actual y las perspectivas de los métodos de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), así como de las opciones de transporte con bajas emisiones de carbono. Y el último panel trató sobre la formación en ingeniería, donde destacaron que las nuevas disciplinas, como el pensamiento de sistemas, la inteligencia artificial y el modelado dinámico, están formando nuevas generaciones de ingenieros que están mejor preparados para enfrentar las complejidades de nuestro tiempo. Al finalizar se resaltó que: “Los ingenieros argentinos tienen una gran responsabilidad, pero también una gran oportunidad, de ejercer una influencia positiva en la sociedad, para lograr grandes cambios”.