Futuro Sustentable conversó con Santiago Azulay, secretario de Ambiente de La Rioja y presidente del COFEMA.
Futuro Sustentable: – ¿Cómo están pasando la cuarentena en La Rioja?
Santiago Azulay: – Como en todo el país, con una coyuntura diferente y difícil, porque el ser humano está acostumbrado a vivir en sociedad. Vivir en aislamiento es todo un desafío, más cuando, como Estado, hay que estar presente en tantas actividades. Desde la Secretaría de Ambiente estamos dando batalla contra el dengue, que por supuesto que nos ha golpeado fuerte este verano. Venimos junto a todo el equipo del gobierno trabajando muy fuerte en descacharreos y en fumigaciones locales para controlar. Todo esto se suma a la situación del coronavirus.
FS: – ¿Cuántos casos de dengue tienen en La Rioja?
SA: – Tenemos alrededor de 4.500 casos, y ha escalado muchísimo. Esto se debe a que la gente no ha tomado conciencia de la gravedad, y a un factor vinculado al cambio climático que ha hecho que estos insectos encuentren zonas propicias para su desarrollo. Estos desplazamientos de zonas periféricas a las centrales complicaron el escenario, porque demandan muchos elementos del sistema de salud.
FS: – ¿Cómo está la estructura a nivel sanitario y cómo se comporta la sociedad con el uso del barbijo en la provincia?
SA: – Vemos mucha aceptación en el uso del barbijo en La Rioja. El gobernador fue uno de los primeros en poner el uso obligatorio y la gente lo aceptó. Pero está costando que la gente se quede en su casa. Quienes están en un sistema formal asalariado no tienen mayor inconveniente, pero el cuenta propista si no sale y busca su changa todos los días no come. Hoy el desafío como Estado es dar una mano y ayudar a quienes la están pasando mal.
FS: – En este contexto de emergencia sanitaria, ¿cómo están trabajando desde el COFEMA?
SA: – Ya tuvimos la primera asamblea virtual, y el tema a tratar fueron los residuos peligrosos patológicos. Las estadísticas mundiales dicen que se duplicaron en situación de pandemia. Hay provincias más al límite y otras que tienen más margen para manejarlo. Estamos trabajando muy de cerca con Cabandié y con el Ministerio de Ambiente para tratar de establecer las normativas necesarias para que no haya interferencia en el tráfico de residuos patológicos de toda la Argentina.
FS: – Luego de la cuarentena, ¿habrá cambios en las políticas y en los comportamientos de la sociedad a nivel ambiental?
SA: – Me encantaría que eso sucediera. El análisis coyuntural que dice que por este detenimiento en el mundo desaceleramos el cambio climático, con animales que vuelven a las ciudades y las aguas de Venecia más limpias, no sirve. Porque una vez finalizada la pandemia, las industrias van a poner todo su potencial para recuperar el mercado perdido y las ventas que no tuvieron. Esto va a generar una gran tensión con el ambiente y una sobredemanda de bienes, productos y servicios y un aumento en la curva de consumo. Como seres humanos, tenemos que abrir un paréntesis y repensar cómo verdaderamente tomamos conciencia del daño que hacemos al planeta y cómo podemos frenarlo.