Un informe llamado El Atlas de Impactos Climático del G20 pronosticó que el cambio climático tendrá devastadoras consecuencias para las economías de este grupo en las próximas tres décadas.
La agricultura, el turismo y los sectores costeros corren mayor riesgo y amenazan el suministro de alimentos, millones de medios de vida y pérdidas del PIB nacional de hasta un 13% para 2100.
El Atlas de Impactos Climáticos del G20 recopila proyecciones científicas sobre cómo se manifestarán los impactos climáticos en los países más ricos del mundo en los próximos años. En él se constata que, en una senda de altas emisiones, los impactos climáticos se disparan para causar daños devastadores en todo el G20.
El informe calculó que Argentina en particular “podría experimentar pérdidas sistémicas e impactos negativos en el crecimiento debido al cambio climático. Las pérdidas del PIB a mediados de siglo podrían ser de hasta un 2,8% del PBO en un escenario de altas emisiones. Para finales de siglo, se prevé que el PBI disminuya en un 2,5% en un escenario de bajas emisiones y un 8,2% del PBI en un escenario de altas emisiones”.
Los impactos climáticos debilitarían a los países del G20 si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones, según el informe del Centro Euromediterráneo de Cambio Climático (CMCC) y Punto Focal Nacional del IPCC.
La investigación muestra que el aumento de las temperaturas y las olas de calor intensas podrían causar graves sequías. Peligraría el suministro de agua esencial para la agricultura y causaría pérdidas de vidas humanas, además de aumentar la posibilidad de incendios.
Esto podría significar que las olas de calor duren al menos diez veces más en todos los países del G20. Específicamente, las olas de calor en Argentina, Brasil e Indonesia durarían 60 veces más en 2050.
En la India, el descenso de la producción de arroz y trigo podría provocar pérdidas económicas de hasta 81.000 millones de euros y una pérdida del 15% de los ingresos de los agricultores para 2050.
En Australia, los incendios forestales, las inundaciones costeras y los huracanes podrían aumentar los costes de los seguros y reducir el valor de las propiedades en 611.000 millones de dólares australianos de aquí a 2050.
El informe concluyó que si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones de carbono, las pérdidas del PBI debidas a los daños climáticos en los países del G20 aumentarán cada año hasta alcanzar, al menos, un 4% anual en 2050.
Esto podría llegar a más del 8% en 2100, lo que equivale al doble de las pérdidas económicas del bloque por Covid-19. Canadá podría verse más afectado, ya que su PIB mermaría un 4% para 2050 y más del 13% para 2100.
La investigación también reveló que en Europa, las muertes por calor extremo podrían pasar de 2.700 al año a 90.000 en 2100 en una trayectoria de altas emisiones. Las capturas potenciales de pescado podrían reducirse para 2050 en una quinta parte en Indonesia, lo que supondría el desarraigo de cientos de miles de medios de vida. El aumento del nivel del mar podría destrozar las infraestructuras costeras en 30 años. Japón perdería 404.000 millones de euros y Sudáfrica 815 millones de euros para 2050.
Sin embargo, cuanto más rápido adopten los países del G20 las políticas de bajas emisiones de carbono, menor será el impacto climático en cascada y más manejable será.
Por su parte, Donatella Spano, quien coordinó el informe de la CMCC, señaló: “Desde las sequías, las olas de calor y el aumento del nivel del mar, hasta la disminución de los suministros de alimentos y las amenazas al turismo, estos resultados muestran la gravedad del cambio climático que afectará a las mayores economías del mundo, a menos que actuemos ahora. Como científicos, sabemos que sólo una acción rápida para atajar las emisiones y adaptarse al cambio climático limitará los graves impactos del mismo. En la próxima cumbre, invitamos a los gobiernos del G20 a que escuchen a la ciencia y pongan al mundo en la senda de un futuro mejor, más justo y más estable”.
Si se limita el aumento de la temperatura a 2 °C, el costo de los impactos climáticos en el G20 podría descender a solo el 0,1% de su PIB total en 2050 y al 1,3% en 2100.