La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación participó de una misión en Australia para conocer y compartir lecciones sobre el diseño y aplicación de áreas marinas protegidas y su articulación con el sector pesquero. La delegación argentina —de la que participó el director nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos, Javier García Espil— contó también con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la Administración de Parques Nacionales, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, el Consejo Federal Pesquero y cámaras empresariales pesqueras.
Australia resulta de especial interés por contar con una ubicación latitudinal similar a la de Argentina, una organización federal de gobierno, atributos de biodiversidad marina sobresalientes, un intenso uso de los espacios marítimos con actividades de distinto tipo —pesca, hidrocarburos, turismo, etc.— y haber creado un amplio Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas que cubre el 36 % de sus espacios marítimos. En el transcurso de la misión, se realizaron reuniones con las agencias australianas de Ambiente, Parques Nacionales, Agroindustria, Pesca, gobiernos locales, cámaras empresariales, académicos e investigadores de ese país.
García Espil, quien participó en representación de la Secretaría de Ambiente nacional, expresó que “las áreas marinas protegidas aportan a la conservación de la biodiversidad, en un contexto de ordenamiento ambiental de los espacios marítimos”. En ese sentido, destacó que “Australia es un país líder en la materia, que ha sobrecumplido los compromisos globales y protege actualmente el 36 % de sus aguas marinas. Aprender de su experiencia nos permitirá fortalecer nuestro Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas”.
Respecto de los intercambios con los expertos del país oceánico, el funcionario indicó que “la coordinación entre agencias y niveles de gobierno, sobre todo con el sector pesquero, es fundamental para lograr el éxito de las áreas marinas protegidas”. “Si bien persiguen objetivos distintos y utilizan herramientas diferentes, es posible lograr sinergias que compatibilicen los intereses de conservación y de desarrollo de actividades económicas que contribuyan a un desarrollo sustentable”, finalizó.
La creación de una amplia red de áreas marinas protegidas en Australia contó con una estrategia de identificación de zonas de alto valor para la conservación basada en biorregiones, estudios científicos y un amplio proceso consultivo para involucrar a los gobiernos locales, asociaciones pesqueras y otros potenciales afectados, sociedad civil, pueblos originarios e instituciones académicas. En las reuniones mantenidas se abordaron estas cuestiones, así como también los instrumentos para la administración de las áreas marinas protegidas —planes de manejo, monitoreos de biodiversidad, control y vigilancia, educación, información, etc.—.
La delegación argentina estuvo integrada además por representantes de la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de Argentina, la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos, el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas, Glaciar Pesquera S.A. y Pesquera Buenavista S.A. Por parte de Australia, participaron funcionarios e integrantes de Parques Nacionales Australia, la Organización de Investigación Científica e Industrial Australiana (CSIRO), la Autoridad Australiana de Manejo Pesquero (AFMA), el Departamento de Agricultura y Recursos Hídricos, la Corporación de Investigación y Desarrollo Pesquero (FRDC), la Universidad Nacional de Australia, Parques Victoria, la Autoridad de Pesquerías de Victoria, la Cámara de la Industria Pesquera de Victoria y la Universidad de Deakin.
Australia
Este país cuenta con uno de los tres espacios marítimos más grandes del mundo. A partir del año 1998, ha desarrollado el ordenamiento de los diversos usos de los espacios marítimos con el establecimiento de una política del mar y el inicio de un proceso de planificación espacial marina. Actualmente cuenta con 58 áreas marinas protegidas en aguas de jurisdicción nacional, que ocupan 3,3 millones de kilómetros cuadrados; más otras áreas protegidas en zonas costeras a cargo de los Estados locales.
La pesca comercial es de un volumen limitado, aunque con producciones de alto valor. Se estima que genera ingresos por 3.000 millones de dólares australianos y emplea a 15.000 personas. Ante evidencias de sobreexplotación, en el año 2005 el país llevó a cabo una reestructuración de la actividad con nuevas estrategias de manejo. Las mismas aplican instrumentos similares a los disponibles en la Argentina —cuotificación de pesquerías, vedas, control y vigilancia, investigación, entre muchas otras—.