La Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI) celebró sus 50 años, en un evento donde estuvo presente la empresa de seguridad privada, Securitas. Alberto Pizzi, presidente de Securitas Argentina y vicepresidente de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI), dialogó con Pablo Gago para el programa Futuro Sustentable, por AM 1220.
Futuro Sustentable: ¿Ha evolucionado la seguridad privada en América Latina?
Alberto Pizzi: Sí, desde ya. La seguridad privada crece del aumento de los delitos y de la necesidad de la gente de protegerse de manera temprana ante cualquier acto para disuadirlo o demorarlo hasta que lleguen las fuerzas del orden. Un esquema de seguridad es hecho a medida para cada situación, según un análisis de riesgo. La tecnología ayudó muchísimo a la mejora de la seguridad. Uno lo que quiere es disuadir el hecho, porque cualquier ladrón que quiera entrar sabe que también tiene que salir. Por eso es importante una barrera física, como algunas perimetrales o alambrados electrificados. También, son importantes los sistemas de detección, como alarmas con cámaras que toman el calor o son de alta resolución, que permite detectar si alguien pasa por el terreno. Hoy en día la seguridad tiene que ser parte de la matriz de riesgo de cada compañía o particular. En algunos países, utilizan el reconocimiento facial. El teletrabajo, que se utiliza actualmente en las empresas, abrió la puerta a un montón de vulnerabilidades que hace que sea importante establecer capacitaciones efectivas en el uso de herramientas y la ciberseguridad.
FS: ¿Cómo es el tema del empleo en la seguridad privada?
AP: Actualmente, se está incorporando personal calificado a una tarea que en el pasado era muy básica. Hoy en día, Securitas contrata desde un guardia que tiene secundario hasta un ingeniero que puede desarrollar el sistema de incendio y seguridad de un edificio. En el medio están los técnicos que instalan cámaras, que tienen que tener conocimientos. La seguridad privada está generando empleo de calidad. Hay que dividir, como en todo, la actividad formal de la informal. Gran cantidad de empresas que están en la formalidad brindan empleo de calidad y capacitan mucho más de lo que exige la ley de cada provincia para su habilitación. Pero tenés empresas que no cumplen con los parámetros.
FS: ¿Cómo articulan la seguridad pública con la privada?
AP: En realidad, nosotros trabajamos codo a codo con la seguridad pública. No pasa un día que no reciba un informe donde un guardia mío llamó al 911 para recibir soporte ante la detección de un intruso. Eso sucede permanentemente. También trabajamos con imágenes grabadas en las cámaras para la solución de delitos en barrios cerrados. El trabajo es mancomunado. Nosotros no tenemos el criterio de fuerza de ley, sino que la tiene la policía. Nuestro rol es detectar o repeler y darle paso a la policía inmediatamente. El uso de la policía está bien pensado. No se llama a la policía por cualquier cosa y eso eficientiza el uso de los recursos. La policía tiene mucho trabajo y no es para llamarla por cualquier ruido que se escucha. Nuestro personal está capacitado para discernir si amerita el llamado de la fuerza policial o no.
FS: ¿Cuáles serían los puntos principales que necesitamos para avanzar en una ley nacional de seguridad privada?
AP: Coherencia y uniformidad en habilitaciones y capacitaciones. Hay provincias donde el uniforme es obligatorio que sea marrón, ponele. Y, ¿Por qué cada empresa no puede poner su propio uniforme de seguridad? Hay una ley en una provincia que exige que los autos sean colorados también. Hay cosas que vienen de leyes de hace más de 30 años que vale la pena revisar y su utilidad teniendo en cuenta la seguridad. Son más de forma que de fondo. En las cuestiones de fondo, todos estamos de acuerdo que los guardias tienen que estar capacitados y habilitados. En ese sentido, no nos parece que haya que cambiar, sino uniformizar. Estamos avanzados en lo conceptual en una ley nacional de seguridad privada. Los equipos técnicos de diversas provincias están dispuestos a colaborar. Lo que acordamos fue esperar que pase el periodo electoral. Hubo muy buena aceptación de parte de las personas que se encargan de la seguridad pública desde el Estado. Me parece que se puede trabajar con una buena base.