Luego de que el 11 de enero se difundiera en medios periodísticos y redes sociales un video que muestra a pescadores “recreativos” en una embarcación semirrígida con una captura ilegal de 8 tiburones de la especie conocida como Escalandrún (Carcharias taurus) en aguas frente a Mar Chiquita, científicos salieron a remarcar la necesidad de conservar a los ejemplares del mar argentino.
Según indicó el Foro Mar Patagónico, la pesca que se muestra en el video es ilegal porque viola las Disposiciones Nº 217/2007 y 78/2014 de la Provincia de Buenos Aires, que establecen la devolución obligatoria de los tiburones capturados de las especies Escalandrún, Bacota (Carcharhinus brachyurus), Gatopardo (Notorynchus cepedianus), Martillo (Sphyrna zygaena) y Cazón (Galeorhinus galeus), limitan el número de cañas por pescador y también estipulan la modalidad de armado del aparejo de captura.
Además, también se encuentra vigente la Resolución del Consejo Federal Pesquero Nº 04/2013, que establece que los buques de pesca comercial no pueden desembarcar tiburones mayores de 1,6 metros de longitud total en ningún puerto argentino.
“Estas reglamentaciones tienen como objetivo conservar y hacer un uso sustentable de las poblaciones de grandes tiburones del Mar Argentino. Se basan en conocimiento científico de la biología de esas especies en aguas argentinas acumulado durante muchos años, que indican que estos tiburones tienen un muy bajo ritmo reproductivo y que sus poblaciones han sufrido disminuciones severas”, aseguró el Foro.
En ese sentido, la entidad resaltó que el Escalandrún es un tiburón “de aparición estacional en Argentina que se mueve entre Argentina, Brasil y Uruguay, por lo que se ve afectado por actividades pesqueras de estos tres países”.
“Las hembras se reproducen a partir de los 14-15 años de edad y a partir de ahí, dan a luz a dos crías en cada parición, con una frecuencia máxima de una vez cada dos años. Las costas bonaerenses son muy importantes en el ciclo de vida de esta especie, ya que en estas aguas tendría lugar el apareamiento, lo cual es fundamental para la preservación de la especie. Los últimos análisis científicos indican que la abundancia de esta especie ha disminuido drásticamente en el país. En efecto, la población de este tiburón compartida entre Argentina, Brasil y Uruguay está catalogada como En Peligro Crítico de Extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que es la principal organización internacional dedicada a la evaluación y conservación de la biodiversidad”, detalló.
El Foro aseguró que el Escalandrún es un tiburón inofensivo que se alimenta de peces medianos (principalmente Pescadillas, Corvinas, Gatuzos, Rayas) y su dentición no está adaptada a cortar trozos de sus presas. “Por este motivo, en general, traga a sus presas enteras y no se alimenta de presas mayores que el tamaño de su boca. Esto hace que trate al anzuelo con carnada de la misma manera. Por consiguiente, el anzuelo generalmente se clava en sus órganos internos (estómago, hígado, esófago, corazón), causando serias lesiones, que ponen en duda la supervivencia de los individuos devueltos al agua”, sostuvieron.
Para evitar estas lesiones, indicaron que los pescadores de tiburones responsables siguen la recomendación de la reglamentación vigente y colocan a unos 25-30 cm del anzuelo una boya mediana (del tamaño de un pomelo) que evita que el animal se trague el anzuelo y, de esta manera, tenga más posibilidades de supervivencia al ser devuelto al mar. También es recomendable el uso de anzuelos circulares, que son más propensos a clavarse en la boca, por lo que también minimiza el daño interno.
Ante esta situación, profesionales de las Ciencias Biológicas especialistas en distintos aspectos de la biología de los tiburones y otros peces expresaron su preocupación por los “actos irresponsables e ilegales como las que se muestran en el video aludido que, lamentablemente, siguen siendo comunes todos los veranos”.
Por todos estos motivos, instaron a “todos los pescadores a cumplir con las normativas vigentes y recomendamos enfáticamente que utilicen técnicas de captura que minimicen el impacto negativo sobre los tiburones”. Además, solicitaron a las autoridades que “ejerzan los controles necesarios para asegurar que las reglamentaciones se cumplan”.
Finalmente, pidieron a toda la ciudadanía que “haga un uso responsable de los recursos naturales; la conservación de los tiburones, del ecosistema marino y, en última instancia de nuestra propia especie, dependen de las acciones de cada uno de nosotros”.