En septiembre se celebra en Argentina el Día Nacional del Inmigrante, y #AcáSomos, la iniciativa de sensibilización que obra para la integración de las personas refugiadas y migrantes en la sociedad argentina, busca darle visibilidad al trabajo diario para disolver cualquier barrera de prejuicio y discriminación mediante múltiples acciones que refuerzan el sentido de comunidad. La idea es colaborar desde nuestro país en un problema mundial que afecta a más de 280 millones de personas migrantes.
La exhibición, producida por FICU -Fundación para la Integración Cultural de personas migrantes y refugiadas-, e impulsada por ACNUR y OIM en el marco de #AcáSomos, fue montada alrededor de la Plaza Rubén Darío, en Recoleta.
Las imágenes fueron tomadas por un equipo de voluntarios durante más de 4 meses de trabajo en los que produjeron 150 fotografías para mostrar los rostros de personas migrantes y refugiadas de 22 nacionalidades diferentes. El objetivo fue visibilizar a las personas detrás de las cifras y propiciar la reflexión sobre el aporte que dan los extranjeros y sus descendientes a la Argentina.
“Debemos construir una sociedad que abrace la integración y celebre las diferencias culturales que nos complementan. Es necesario que cuestionemos las actitudes, prejuicios y acciones que dificultan el pleno desarrollo de la población refugiada y migrante”, expresó Claudia Rodríguez Sirtori, Representante Regional a.i. de ACNUR para el sur de América Latina.
En tanto, Gabriela Fernández, Jefa de Oficina de OIM Argentina, llamó a la colaboración de distintas organizaciones, públicas y privadas, globales y sectorizadas para promover esta integración. “Todos los actores sociales tenemos una responsabilidad y una oportunidad para ser agentes de transformación hacia un país y un mundo más inclusivo y solidario. El futuro es compartido”, sostuvo.
Personas migrantes y refugiadas y su situación actual
El mundo registra en el presente la mayor crisis de desplazamiento forzado de la historia. Además, el contexto surgido por la pandemia profundizó problemáticas latentes: falta de empatía, discriminación y xenofobia hacia personas refugiadas y migrantes. Esta realidad afecta a nivel mundial a más de 280 millones de personas migrantes.
En Argentina ocho de cada diez personas que llegan provienen de países latinoamericanos y, en la misma proporción, se trata de una población en edades activas laboralmente, entre 19 y 65 años. En su mayoría tienen una actividad profesional y aportan beneficios significativos a sus nuevas comunidades en forma de capacidades, aumento de la fuerza de trabajo, inversiones, transferencia de conocimientos y diversidad cultural.
Sin embargo, la precariedad laboral atraviesa la inserción de la comunidad refugiada y migrante: el trabajo no registrado alcanza al 47,2%, en tanto un 26,9% son trabajadores autónomos. Más del 36% de las personas refugiadas y migrantes se encuentran bajo la línea de pobreza.
Una muestra para visibilizar
En el Día Nacional del Inmigrante se presentó en la Ciudad de Buenos Aires el proyecto artístico comunitario “INtegrados, sin importar el origen”, una muestra de 150 retratos en blanco y negro de gran tamaño para visibilizar a las personas migrantes y refugiadas y su aporte a la construcción del país.