Entre la reforma impositiva planteada por la Nación figura un nuevo gravamen para frenar la contaminación del principal gas responsable del cambio climático. El objetivo es desalentar su utilización para fomentar el desarrollo de energía más limpias.
El dióxido de carbono (CO2) es el principal gas de efecto invernadero (GEI). Un aumento en su concentración atmosférica durante el último siglo es el que ha provocado un calentamiento del planeta que está trayendo y traerá consecuencias muy graves para la civilización.
El impuesto viene a acompañar el impulso que la gestión de Macri le está dando a las fuentes limpias de producción de energía, como la solar y la eólica. Los programas RenovAr para la instalación de este tipo de generadores han sido un éxito.