Para analizar el escenario mundial actual en relación a las energías renovables, Futuro Sustentable conversó con Juan Carlos “Cali” Villalonga, exdiputado nacional.
Futuro Sustentable: – ¿Cómo leés los datos de la Unión Europea, que asegura que la producción eléctrica renovable superó por primera vez a las energías fósiles en el marco del Covid-19?
Juan Carlos Villalonga: – Es cierto que este semestre todas las medidas que se tomaron por la pandemia implicaron una baja en la demanda de energía. Al haber menos demanda, la oferta comienza a restringirse; no por las renovables, sino porque empezaron a apagarse algunas centrales con base de combustibles fósiles. Esto explica una parte, no quiere decir que lo sea todo. Algo similar sucede en Argentina: en los últimos años creció la generación renovable, pero también lo de los últimos meses tuvo que ver con la menor demanda. En el plano local hay un 11% de energía producida por renovables, un dato no menor. Es importante la transición que ya está en marcha en todo el mundo.
FS: – ¿Podemos decir que el carbón es el mayor perdedor del 2020?
JCV: – La industria del carbón está apagándose vertiginosamente. El país que mejor representa esta tendencia es Inglaterra. Cuando hablamos del Reino Unido, hablamos de la historia de los combustibles fósiles, dado que es un país que creció gracias al carbón. El carbón desapareció de la matriz eléctrica: hace 15 años representaba casi el 100% de la electricidad, hoy prácticamente no existe. En Estados Unidos está sucediendo algo similar. En tanto, Alemania, que también es fuerte en el carbón, no está acelerando la transición a un nivel tan rápido todavía. El mundo corporativo hoy tiene más peso que las decisiones de los gobiernos.
FS: – ¿Qué lugar ocupa en este escenario la energía nuclear?
JCV: – Lo nuclear aparece como una parte de lo que no genera emisiones de dióxido de carbono. Pero no está siendo vista como una fuente activa para la transición. Es una industria que está estancada y las decisiones que se están tomando tienen que ver con la extensión de la vida útil de las plantas que hoy están en funcionamiento. Son muy pocas las nuevas inversiones. Lo nuclear es caro y tiene largos períodos de construcción (10 años), por lo cual no compite. En cambio, un parque eólico en dos años está produciendo.
FS: – En Europa se habla mucho del coprocesamiento, ¿por qué creés que en Argentina no se implementa más esta alternativa?
JCV: – Creo que para ese tipo de aprovechamientos no solo hacen falta inversiones sino que es necesario que el precio de la energía que se reemplaza valga la pena. Mientras Argentina mantenga precios de la energía ficticiamente bajos, será poco probable que este tipo de prácticas se implementen más.