El proyecto Vaca Muerta Sur se perfila como un hito histórico en la industria de hidrocarburos de Argentina. Con una inversión estimada de 3.000 millones de dólares, esta iniciativa no solo fortalecerá la infraestructura de exportación de crudo del país, sino que también consolidará su posición en el mercado energético global.
Esta asociación estratégica cuenta con la participación de siete empresas petroleras, entre ellas YPF S.A., Vista Energy Argentina S.A.U., Pampa Energía S.A. y Pan American Sur S.A., todas accionistas de VMOS S.A. (Vehículo del proyecto). Además, se han otorgado opciones de transporte a empresas como Chevron Argentina S.R.L., Pluspetrol S.A. y Shell Argentina S.A., lo que asegura un compromiso mínimo de 230.000 barriles diarios adicionales al volumen inicial.
El oleoducto de exportación tendrá una extensión de 437 kilómetros y estará equipado con una terminal de carga y descarga con monoboyas interconectadas, además de una playa de tanques y almacenaje. La capacidad de diseño inicial permitirá transportar hasta 550.000 barriles diarios, con la posibilidad de ampliarse a 700.000 barriles si la demanda lo requiere.
La construcción del proyecto está programada para iniciar en el cuarto trimestre de 2026, y se espera que la operación comercial comience el 31 de julio de 2027. El financiamiento provendrá de aportes de los accionistas y créditos tanto locales como internacionales, previstos para gestionarse durante 2025.
Impacto económico y energético
Con una capacidad de producción comprometida de 275.000 barriles diarios, el proyecto promete ser un motor clave para la economía argentina. En el marco del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (Ley 27.442), esta iniciativa refuerza el compromiso del país con el desarrollo sostenible y la atracción de inversores internacionales.
Vaca Muerta Sur representa la mayor infraestructura de exportación de hidrocarburos en la historia de Argentina y una oportunidad sin precedentes para diversificar su economía y maximizar el aprovechamiento de sus recursos naturales. Con la sinergia entre empresas líderes y un cronograma bien definido, el proyecto se erige como un pilar estratégico para el desarrollo energético del país en las próximas décadas.