Al menos 139 personas murieron en México por un terremoto de magnitud 7 que sacudió la zona central del país. El mismo provocó la destrucción de decenas de edificios, colapsando los servicios de emergencia que buscaban rescatar personas atrapadas entre escombros. Las muertes se reportaron en cinco estados, entre ellos la capital del país, cuyo jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, declaró estado de emergencia.
“Hasta el momento se reportan 139 fallecidos, 64 en Morelos, 36 en la capital del país, 29 en Puebla, 9 en el Estado de México y 1 en Guerrero”, dijo el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente. En la Ciudad de México el caos de tránsito fue mayor al habitual y centenares de personas se dedicaron por sus propios medios a tratar de rescatar gente entre los escombros de edificios derrumbados. Casi cuatro millones de personas quedaron sin electricidad y también fueron interrumpidos servicios de transporte, de telefonía y de gas.
El presidente Enrique Peña Nieto, quien convocó a una reunión de emergencia con todo su gabinete, ordenó que los servicios de emergencia “estén abiertos a toda la población”, y pidió “que se evacuaran los hospitales dañados y se traslade a sus pacientes a otras unidades médicas”.