El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que revise una norma de 2015 que autoriza al Gobierno federal a limitar la contaminación en las masas de agua del país, a contramarcha de la política ambiental de su predecesor, Barack Obama.
La orden ejecutiva de Trump no tiene impacto legal inmediato y consiste básicamente en pedir una revisión de la norma, pero tiene peso simbólico: supone la primera acción del mandatario contra las medidas de Obama para proteger el medio ambiente.
La “norma de aguas de Estados Unidos”, tal como se conoce la medida aprobada por Obama en 2015, brinda al Gobierno federal autoridad para limitar la contaminación en grandes masas de agua, como el río Misisipi, pero también en otras más pequeñas, como arroyos no navegables o pantanos.