En un esfuerzo por regenerar agroecosistemas y fomentar una producción sostenible, The Nature Conservancy (TNC) y Nativas han lanzado un ambicioso proyecto de reforestación en el Gran Chaco. Con el apoyo de la John Deere Foundation, la iniciativa busca incrementar la cobertura forestal en paisajes productivos, promoviendo la conservación de la biodiversidad y aumentando la resiliencia ante eventos climáticos extremos.
TNC, una organización ambiental con más de 70 años de experiencia en la conservación de tierras y aguas, lidera esta alianza estratégica. “La colaboración con Nativas ha sido clave, ya que su enfoque innovador combina soluciones basadas en la naturaleza con tecnología, monitoreo y evaluación de impacto. Este proyecto no solo busca restaurar áreas degradadas, sino también integrar árboles en sistemas productivos de manera sostenible”, explicó Elisa Carrión, líder de bosques, carbono y clima de TNC.
Creación de Agro Corredores y Restauración del Ecosistema
Uno de los principales objetivos del proyecto es la implementación de “agro corredores”, promoviendo la conectividad biológica en zonas de producción agropecuaria del Gran Chaco. La primera etapa del proyecto se realizó en dos establecimientos productivos: uno en Tostado, provincia de Santa Fe, y otro en Bandera, provincia de Santiago del Estero. En esta fase inicial, se plantaron 20.000 árboles nativos, incluyendo algarrobos, espinillos y mistoles, especies seleccionadas por su resistencia a la sequía y capacidad de adaptación a condiciones extremas. La implementación estuvo a cargo de Optimizar Forestal, una empresa con amplia experiencia en servicios forestales.
Una Visión a Largo Plazo
En los próximos tres años, el proyecto expandirá su alcance a otros establecimientos del Gran Chaco, con el objetivo de plantar un total de 108.000 árboles. Estas intervenciones buscan restaurar ecosistemas degradados y mejorar la conectividad entre los bosques nativos existentes. Además, el proyecto contempla la incorporación de árboles en establecimientos ganaderos, fomentando sistemas silvopastoriles que provean sombra, optimicen el uso de pasturas y reduzcan el estrés del ganado.
El impacto positivo también se verá reflejado en la incorporación de recursos forrajeros, como las vainas del algarrobo, que mejoran la calidad del pastoreo y aumentan la sostenibilidad del sistema productivo. “Estamos entusiasmados de implementar tecnologías regenerativas que no solo abordan el cambio climático, sino que también potencian nuestro proyecto ganadero. Esta alianza es fundamental para cuidar el futuro”, comentó Mario Oertlinger, propietario del establecimiento “Don Nicanor” en Tostado.
Un Modelo para la Producción Sostenible
El proyecto no solo busca la captura de carbono y la creación de hábitats para la biodiversidad, sino también la construcción de sistemas productivos más resilientes. La combinación de ciencia, tecnología y alianzas estratégicas permite demostrar que la conservación y la producción pueden ir de la mano.