La Organización de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó, días atrás, que 160.000 sudaneses se han visto afectados por las últimas inundaciones en el país. Lo que es más, según Marta Ruedas, coordinadora de dicha organización en Sudán, miles de casas quedaron destruidas como consecuencia de las fuertes lluvias.
En las áreas conflictivas del Sur de Darfur y Nilo Azul, añadió la funcionaria, los niños no han sido vacunados desde hace cinco años y la población local sufre desnutrición crítica, situación provocada por la falta de alimentos, la escasez de terrenos de cultivo y la imposibilidad de entregar ayuda.
En este sentido, enfatizó Ruedas, se requiere un acuerdo entre el gobierno y los rebeldes del Movimiento Popular para la Liberación de Sudán-Sector Norte para hacer llegar la asistencia a las personas necesitadas, y su organismo se encuentra negociando con ambas partes para crear un mecanismo en dicha dirección.