El 2024 quedó marcado por fuertes incrementos tarifarios que, sin embargo, no lograron reducir significativamente los subsidios ni mejorar sustancialmente la cobertura de la demanda sobre los costos del sistema.
Según datos de la consultora Economía & Energía, los usuarios residenciales pasaron de pagar un 33% del costo monómico en el segmento eléctrico a solo un 44%. Es decir, que continúan recibiendo un subsidio equivalente al 56%.
El impacto más fuerte del tarifazo se sintió en los comercios, que pasaron de pagar un 56% a cubrir el 85% del costo. Por su parte, los grandes usuarios industriales (GUDIs), que ya abonaban un alto porcentaje (93%), aumentaron su aporte al 95%.
En el sector del gas natural ocurrió un fenómeno similar. Los usuarios residenciales incrementaron su cobertura en 10 puntos porcentuales, alcanzando el 42%. Los sectores comercial e industrial casi duplicaron su participación hasta llegar al 54%.
Estos ajustes permitieron una reducción total de subsidios del 35% en dólares, alcanzando los 6.252 millones. El 77% de esta disminución respondió a los aumentos tarifarios, mientras que el 23% restante se debió a la reducción en el costo de suministro, gracias a un menor componente de combustibles importados.
Los subsidios, el tema de la discordia
La energía eléctrica representó la mitad de los ahorros en subsidios energéticos y, en este caso, la totalidad de la baja respondió al aumento de tarifas. En promedio, las facturas de los usuarios de Nivel 1 (altos ingresos) subieron un 17% en términos reales (descontando la inflación), mientras que las de los Nivel 2 (bajos ingresos) aumentaron un 58%, las de los Nivel 3 (ingresos medios) un 42% y las de comercios e industrias un 75%.
En cambio, la reducción del costo de suministro de gas natural explicó más del 80% de la reducción de subsidios en ese sector. Esta situación fue producto de una mayor disponibilidad de gas local, la caída en los precios internacionales del GNL y la disminución de las importaciones desde Bolivia.
Las tarifas de gas para los N1 subieron un 29%, para los N2 un 101%, para los N3 un 56% y para los comercios e industrias un 85% en pesos constantes. “El precio en el PIST durante 2024 se incrementó un 16% respecto al año previo. Al igual que en el caso de la energía eléctrica, los aumentos en el precio del gas abonado por los usuarios no residenciales y los usuarios residenciales del Nivel 2 explican la mayor parte del incremento en el valor del PIST”, indicaron desde la consultora.
A pesar de los aumentos, el alivio fiscal derivado de la reducción de subsidios resultó menos significativo de lo esperado, lo que mantiene abierta la discusión sobre el impacto real de la política tarifaria aplicada en 2024.