Sprite lanzó “Seamos Claros”, su primera campaña de marketing global del año para alentar a los jóvenes a resetear y refrescar la rutina de todos los días de la mano del sabor lima-limón, para generar pequeños momentos de desconexión que los ayuden a seguir con sus actividades.
La acción de la marca busca conectar con la “Generación Z”, nativos digitales, de una manera culturalmente relevante y empática. La acción está orientada a aquellas personas que se apasionan por el mundo que los rodea y se niegan a ajustarse a los estereotipos.
“Como una marca que siempre ha sido sinónimo de individualidad, respeto por lo diverso y progreso personal, Sprite cree que la autenticidad y la autoexpresión genuina son realmente refrescantes. En este sentido, ‘Seamos Claros’ busca animar a las personas a resetearse de la mano de esta bebida, que les permite reiniciar su mundo con claridad y libertad”, señaló Shrenik Dasani, director senior de Sprite a nivel global.
La campaña de marketing integral, desarrollada por la agencia GUT Buenos Aires, se lanzó en más de 50 países incluye comunicación en radio, digital, vía pública y redes sociales, así como diversas acciones en puntos de venta.
La Compañía Coca-Cola anunció en 2018, a nivel mundial, el objetivo líder de recolectar y reciclar, para el 2030, el equivalente a cada envase puesto en el mercado. Este año, Sprite decidió dar un paso más en este camino al cambiar su icónico envase color verde por uno transparente, para que sus botellas sean más fáciles de reciclar.
Esta iniciativa es parte de Un Mundo sin Residuos, un compromiso asumido por la compañía de la mano con su red global de socios embotelladores. Dicha iniciativa propone atender todo el ciclo de vida del envase, desde su diseño y fabricación, hasta su reciclaje y reutilización, además de la generación de alianzas con organizaciones sostenibles.
En paralelo, la Compañía impulsa el uso de envases retornables de plástico PET y de vidrio, que en Argentina representan el 35% de las ventas y pueden reutilizarse hasta 12 y 35 veces respectivamente, lo que reduce significativamente la huella de carbono y contribuye al ahorro de un 80% de PET virgen.