El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y nueve municipios llevaron adelante el primer monitoreo de 2019 para medir la calidad del agua del Río de la Plata.
La actividad se realiza trimestralmente mediante la red de municipios costeros del Río de la Plata (RIIGLO, por sus siglas, Red de Intercambio de Información de los Gobiernos Locales), en un total de 42 sitios a lo largo de unos 100 km de costa desde Tigre hasta Berisso.
En esta oportunidad, se llevó a cabo en forma simultánea en San Fernando, Tigre, San Isidro, Vicente López, Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Ensenada, Berisso y también la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a través de la Dirección Nacional de Gestión Ambiental del Agua y los Ecosistemas Acuáticos.
Algunos puntos se toman desde muelles, otros desde playas o ramblas y otros puntos desde embarcaciones.
Ambiente acompaña a los municipios en las mediciones, realiza el análisis en el lugar de oxígeno disuelto, temperatura y pH. También se analizan en laboratorio 15 parámetros que intentan reflejar el impacto de las diversas fuentes contaminantes que recibe el Río de la Plata, entre ellos hay parámetros físico-químicos básicos, microbiológicos que dan cuenta de la contaminación de origen cloacal, contaminantes orgánicos, metales pesados e hidrocarburos de diverso origen industrial, e indicadores de eutrofización, todos ellos para contrastar con niveles de referencia que permiten conocer si es apto desde el punto de vista recreativo con contacto directo.
El muestreo es parte de un programa de monitoreo de calidad de agua que permite evaluar el estado ambiental del recursos hídricos en la zona costera y analizar su evolución a lo largo del tiempo, brindando información estandarizada para la gestión ambiental.
Los datos del muestreo se encuentran disponibles en el Sistema Nacional de Calidad de Agua.