El Día Mundial del Elefante, celebrado el 12 de agosto, es una oportunidad para reevaluar las medidas de conservación y proteger mejor a este icónico mamífero.
El elefante es amado, reverenciado y respetado por personas de todo el mundo, pero la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el conflicto con los humanos, exacerbados por el cambio climático, han reducido drásticamente las poblaciones de África y Asia en las últimas décadas.
En las dos décadas previas a que se promulgara una prohibición internacional del marfil de elefante en 1989, la población de estos animales se redujo a la mitad debido a la caza furtiva desenfrenada.
Se calcula que a finales de 2015 existían entre 415.000 y 550.000 ejemplares frente a la población de entre 508.000 y 655.000 de finales de 2006, según el informe sobre la situación del elefante africano de 2016.